No sé por dónde empezar para no quitarles tanto tiempo, con lo escaso que está por estos lados, que hasta vergüenza me da yo también usurpar a ustedes estimados lectores de este magnifico tesoro, que personalmente considero el más importante, incluso más que el que mi madre considera fundamental, la salud. Pero es que sin tiempo, no se tendría ni tiempo para enfermarse, entonces ¿qué es más importante?
Tiempo que le roban diariamente a los colombianos, en general, a todos, no sólo a los de la capital, pero a esos si que más, yo soy de pueblo, pero recientemente estuve en Bogotá y me sorprendí. Por muchos motivos no me gusta esa ciudad y hago todo lo posible para no ir a visitarla, pero esta vez si que era necesario, adoro conducir, me divierte mucho a pesar del estado y la infraestructura de las vías de Colombia, pero esta vez no fue posible subirme a mi carro, poner mi iPod y comenzar a conducir, sé que algunos no lo recuerdan pero estamos en paro y algunas carreteras justo en esos días estaban cerradas, entonces no pude emprender por tierra mis casi 470 kilómetros hasta la capital, lo cual serían unas 8 horas aproximadamente sin imprevistos, una perdida de tiempo que de cierta forma hubiera disfrutado con el lindo paisaje, pero pérdida de tiempo finalmente, porque si Colombia tuviera unas buenas vías, ese viaje se podría lograr en unas 5 horas y media.
Entonces por seguridad y para ahorrar tiempo y dinero, decidí viajar en avión, que curiosamente resulta más económico que en el carro en este país de absurdidades. Sin embargo resulta otra pérdida de tiempo, porque hay que estar dos horas antes en el aeropuerto, que queda a una hora y pico más de la ciudad.
Ya un vez en Bogotá sentí que mis días no me rendían para nada, el tráfico las distancias, la cantidad de gente, todo me robaba tiempo, es una ciudad irrespetuosa con el tiempo de las personas. Pero no sólo esa ciudad, es todo el país en general, espero que nunca deban ir a hacer un trámite con el gobierno, o con un banco, es un irespeto ir a cualquiera de los dos lugares, no entiendo porqué para cualquier trámite hay que ir a dos o tres lugares distintos antes de poderlo completar y porqué en cada uno de ellos tardan eternidades en atender. Pero peor que eso es ir a un banco, recientemente acompañé a mi madre a su banco, uno que no mencionaré por no hacer quedar mal a ninguna marca, pero les comento que es el banco de los colombianos. La acompañé porque con eso de vivir lejos, lo que más quiere una es compartir con la familia ¿y cómo se logra? pues perdiendo el tiempo. Fuimos a buscar su tarjeta nueva, una tarjeta débito, de su dinero, de sus ahorros, del dinero que ellos le controlan, ni siquiera fuimos pedir prestado o regalado nada, se trataba de su dinero, deberían ser ellos quien esperen al cliente y no lo contrario, fue tal la espera que nos desesperamos y nos fuimos.
En todo nos están robando el tiempo, soy de esas que le encanta comer viendo las noticias, no sé porqué todos disfrutamos de ese masoquismo intestinal, quizá porque la comida es tan rica que debemos sufrir un poco por poder deleitarnos en los buenos platos, qué sé yo. A lo que iba es que el noticiero es larguísimo para lo que realmente comunican y si a eso se le suma el tiempo perdido de la parrilla de publicidad, nos están robando. Como si fuera poca esa pérdida de tiempo, hay otra más angustiante todavía la de esperar convaleciente en una sala de una clínica o un hospital, aun si se tiene la buena suerte de tener medicina prepagada hay que esperar eternidades en una sala de espera y eso que se supone que se trata de un trato prefereincial, no quiero imaginar cómo será el ejercicio yendo por el Sisbén, la gente morirá enferma perdiendo su tiempo.
Tengo treinta años y en este momento que tuve un poco de tiempo libre me puse a hacer unos cálculos sobre el tiempo que he perdido:
11 meses esperando a ser atendida en un entidad del gobierno
1 año haciendo colas en el banco
16 meses enferma aguantando a que me hagan una consulta en la EPS
18 meses esperando en vía en las carreteras
27 meses viendo noticias desconsoladoras
Si les queda tiempo, síganme en Twitter: @des_empleada