Hace varios años ya se viene hablando de este término, que define un rasgo de personalidad o conducta por llamarlo de algún modo, y que sinceramente no pienso que se refiera a una generación mala o algo así por el estilo, es más me siento identificada con algunas de sus prácticas. La palabra adultescentes viene de ¨kidults¨, fusión entre «kid» y «adult» (niño y adulto en inglés), y que fue creada por psicólogos gringos en la década pasada para encasillar este tipo de nuevos individuos. En otros países la «teoría» ha sido llamada el Síndrome de Peter Pan, niños con permiso propio.
Estaremos de acuerdo que una tarjeta de crédito es el diablo encarnado en un plástico, ahora consideren que ésta cae en manos de un niño, o de alguien que piensa casi igual que uno (sino es que totalmente igual) porque así son, o somos debería decir, porque cuando se trata de gastar como niño estoy de primera. Muchas veces no pensamos en las consecuencias que vienen después de las compras, ni que a final de mes, debajo de la puerta se acumularán los recibos. Son/Somos, niños en cuerpos de adultos, con juguetes finos y costosos, en el caso de nosotras se trata de bolsos, carteras, zapatos y ropa, como con los que jugábamos de pequeñas, pero que ahora son reales y debemos pagar por ellos. En el caso de los chicos se trata de sus juguetes de toda la vida pero ahora en escala real: carros, motos, lanchas, etc…
Sin embargo este «síndrome» ha generado otros estigmas. Por ejemplo el miedo al compromiso, lo cual no es una postura negativa si se deja claro desde el inicio de una relación, o la disminución de deseo en ser padres o postergar cada vez más dicha etapa, para la cual prefiero abstenerme de hacer un comentario personal. Así como el nacimiento de hogares unipersonales o de parejas donde los hijos son ellos mismos o una mascota.
No es que sea del todo malo, pero esta generación en su afán de autosatisfacción, piensa/pensamos mucho más en nosotros mismos que en los demás, por eso pocas veces queda espacio para un hijo, para conformar una familia tradicional o incluso conseguir una pareja estable, eso sin tener en cuenta que las exigencias con la edad se vuelven mayores; no es lo mismo esas parejas que construyeron juntos (caso de mis padres) a las actuales, que a pesar de la exigencia donde se mira cuál sería el mejor resultado de la unión con otro/a, lo que aporto o me aportan, mi conocimiento Vs. el de la otra persona, se transforma simplemente en una lucha de egos y poderes, que al final termina convirtiéndonos en personas solitarias, que buscamos compañía en otro tipo de cosas; conocimiento, bienes materiales o hobbies.
Otro aspecto que también ha cambiado es la mascota. El perro que tradicionalmente ha sido el fiel compañero de las personas, en la actualidad ha sido casi alcanzada por la cantidad de amantes de los gatos, animales que por su personalidad independiente van muy bien con esta «generación». Son animales solitarios, que no necesitan de la continua atención o cuidado tal y como nosotros.
Nuestro niño interior está revelado, desatado por lo mal criados que fuimos, generado una nueva generación. Unos consumidores de ensueño para cualquier empresa de mercadeo, hoy por hoy somos los mayores consumidores de ropa deportiva, viajes, videojuegos y entretenimiento en general. Somos una nueva generación, degenerada, que poco le aporta a la sociedad, pero le aporta muchísimo a la economía, que culturiza poco, mas sin embargo consume mucha cultura. Es así.
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