Me sorprende que este tema haya tardado tanto en estallar, resulta que la Agencia Internacional para la Investigación de Cáncer, la cual hace parte de Organización Mundial de la Salud ha revelado el resultado de un estudio que adelantó, en el cual revelan que el glifosato, el arma del gobierno para erradicar cultivos ilegales, es altamente tóxico y cancerígeno. Y cómo no, si se trata de una sustancia tan fuerte que es capaz de acabar con hectáreas completas de cultivos de coca. La coca con lo nociva y maligna que es, que acaba con el sistema nervioso de quien la consume, claro está que después de un largo proceso químico y demás, pero es una planta impresionantemente tóxica, la cual únicamente puede ser erradicada con el famoso glifosato o manualmente, y luego el terreno queda inservible por meses. Cómo no va ser cancerígeno, era obvio.

El gobierno de Colombia lleva utilizando el herbicida hace alrededor de 10 años, haciendo fumigaciones áreas, 10 años en los cuales se han presentado denuncias y casos aislados en contra del uso del glifosato, sin embargo recientemente el Ministerio de Salud colombiano ha recomendado la suspensión de su uso. Recomendación también respaldada por la Defensoría del Pueblo, ente que investigó denuncias de comunidades indígenas y campesinas en la frontera sur con Ecuador, sobre los daños al medio ambiente y la salud causados por el herbicida. Sin embargo el Ministerio Defensa considera que la erradicación manual de cultivos de hoja de coca es una herramienta más riesgosa. Pero como se trata de la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de Salud, los entes que supuestamente protegen lo que más se viola y maltrata en Colombia, a quién le va importar, siempre se pasa por encima de la salud y del pueblo.

Es veneno, están envenenando lentamente a los colombianos. Se contamina a la fauna y flora, incluso a las fuentes de agua con este herbicida. Ya se han conocido casos de niños que viven en zonas rurales que presentan afectaciones cada vez que se fumiga con glifosato, erupciones en la piel, molestia en ojos y vías respiratorias. Pero como se encuentran en territorios de narcotráfico, guerrilla o paramilitar de inmediato son señalados como delincuentes, delincuentes en potencia o hijos de delincuentes. Antes que cualquier señalamiento, son niños, campesinos, seres humanos, colombianos. Los que siembran y cultivan, lo que ustedes sirven en sus mesas.

Por supuesto que hay que erradicar los cultivos ilícitos, salir de la ilegalidad que tanto le gusta y a la que está acostumbrado el colombiano, pero hay que brindar opciones, buscar el equilibrio y bienestar para todos. No se puede enfermar a todo un pueblo porque no hay otra solución, eso se llama facilísimo y mediocridad, característica del colombiano. La erradicación manual puede ser una buena alternativa, puede brindarle nuevas oportunidades a los jóvenes y los campesinos, que son los dos sectores más afectados por el desempleo. No soy experta en este tema, ni quiero serlo, es tan sólo una opinión basada en el sentido común y respeto.

Ahora bien, también se ha conocido una sepa de coca que mutó y es inmune al glifosato, lo cual significa que en breve este no surgirá efecto. Y como pasa con las mutaciones, tendrán que desarrollar un herbicida más poderoso y tóxico, que a su vez se quedará inmune después de un tiempo y así se caerá en un círculo vicioso. Junto a los cultivos de coca, se encuentran cientos de otros cultivos que van a parar a la mesa de los colombianos, hay que pensar que posiblemente los tomates que usted se come junto a su hamburguesa tengan un porcentaje de glifosato, así como todas las hortalizas y verduras que llegan a su plato. Si los dirigentes no piensan en aquellas familias que están con el problema en el patio de sus casas, por lo menos deberían pensar que el problema también llegará a sus mesas. Como siempre primero caen los más débiles, en este caso los campesinos, pero luego caen los más fuertes, ustedes.

Colombia tiene registros de un 6,5% de incidencia de cáncer a nivel mundial, quizá dirán que 6,5% no es una cifra muy alta, pero si contamos que aproximadamente se presentan 71.442 nuevos casos de colombianos con cáncer al año, la percepción cambia. Posiblemente sean casos relacionados con el gligosato, o no. Pero alimentar alimentan a su pueblo con glifosato es un riesgo. Por supuesto hay otros factores, pero éste debe tener mucho que ver. Que disfruten el almuerzo.

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