Un viaje largo y sin agencias de viajes permite una mayor flexibilidad con el presupuesto. Eso es precisamente lo que aconteció durante mi viaje de 4 semanas en Myanmar (Birmania). Al principio del viaje economizamos al máximo buscando hoteles y actividades que NO hicieran explotar nuestra billetera. Así logramos ahorrar algo de dinero y poder ofrecernos un «lujo extraordinario» y totalmente impensado: volar en globo aerostático sobre el valle de los 4.000 templos antiguos de Bagan en Myanmar.
Vuelo en globo: un sueño cumplido!
Yo sufro de vértigo y de fobia a las alturas. Pero extrañamente volar en globo aerostático siempre me ha hecho ilusión. Unos viajeros que cruzamos sobre la ruta nos contaron que ellos habían hecho el vuelo en globo sobre Bagan y que era una aventura única. Tanto nos antojaron que decidimos romper el cochinito con nuestros ahorros por los sacrificios al principio del viaje y lanzarnos a la experiencia.
El vuelo se realiza en las primeras horas de la mañana. después de habernos recogido en el hotel, nos dirigimos hacia la zona de despegue de los globos. Observamos cómo paso a paso las enormes telas se hinchaban de gas caliente y tomaban forma. La verdad no imaginaba los globos tan enormes!
A las 6:05 de la mañana el globo se despegó de la tierra de una forma tan sutil que apenas se siente que se está volando. El ruido de la llama que alimenta el globo es lo único que interrumpe la admiración del paisaje. Un paisaje indescriptible entre la bruma, los templos, la naturaleza seca y la polvorienta atmósfera de febrero. 45 minutos me parecieron eternos. La ligereza y la calma sobre las nubes me sumieron en un estado similar a un trance viajero. Un sentimiento de admiración y de calma que invadieron mis pensamientos, liberándome de las ideas absurdas que a veces sin querer parasitan nuestra mente.
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