No lo soy en la cuenta bancaria, en las propiedades, en la fama, en la coordinación, pero en el amor, pueden llamarme Lio. Yo en el amor soy Messi. Y fíjense bien en la ambigüedad de esa expresión. Sí, soy Lio, y sí, soy un lío. Ahora, ¿a qué viene tanto juego de(...)
