Sabía Usted que el grado de atraso de su entidad solidaria se puede medir por la
cantidad de cervezas que se reparten antes de las elecciones en las Asambleas
de Mutuales, Fondos de Empleados o Cooperativas? Igualmente, el grado de subdesarrollo de un país es directamente proporcional a cuántos mercados, tejas y ventiladores se reparten en épocas electorales.

 

La época de elecciones llegó a nuestra cotidianidad. Con el Fallo de la Corte Constitucional el pasado viernes 26 de febrero, parece haberse despertado el ritmo de las campañas políticas que parecían estar avanzando con el «freno de mano puesto». Por su parte, los vientos electorales en las empresas de la economía social y solidaria habían empezado a soplar desde hace algunos meses y todavía lo hacen en la mayoría de las organizaciones que, democráticamente, están eligiendo a los delegados para sus próximas Asambleas Generales.  


Las razones de haberse anticipado en el tema electoral solidario son muchas; entre
ellas están que los interesados en participar y ser elegidos como delegados o
aun como representantes a los Consejos de Administración o Juntas
Directivas de las empresas de economía solidaria, tienen la intención de
asegurar sus votos antes de que llegue el momento decisivo. En las lides por
buscar el voto de cada posible elector, algunos candidatos proceden a prácticas
respetables como la de hacer un programa de trabajo, que evidencie su perfil de
líderes y el de su «plancha», como líderes empresariales. No obstante, es muy
común encontrar candidatos y candidatas que apelando a las malas prácticas de la
«politiquería» de aquellos auto llamados líderes electorales, terminan usando
las típicas estrategias que tanto daño le han hecho a la construcción de la
democracia en algunos países. 


Por ejemplo, invitar a lechonas y a cervezas para
que sus votantes les elijan en lugar de proponer planes de acción o hacer actos
que demuestren su capacidad de gestión de mutuales, fondos de empleados o de
cooperativas, es algo común y que demuestra cierto atraso en la cultura solidaria
y falta de comprensión del modelo de economía de la solidaridad. En términos de
responsabilidad, un elegido puede argumentar que  quienes se dejan
seducir por una «refrescante» cerveza es su «culpa» pues él como candidato
tiene como meta acumular votos y que una «cervecita no le hace daño a nadie».
Ese argumento puede ser cierto, sin embargo, si a cambio de una cerveza nuestros
asociados entregan el poder a candidatos mal preparados y en algunos casos
corruptos, la empresa solidaria se enfrenta a que las decisiones que tome un
consejo o una junta directiva, la puedan llevar a la intervención y en el peor
de los casos a la quiebra, al cierre y liquidación.  


Por eso, una cerveza puede
no costar lo que le vale en la tienda, una cerveza puede costar para
Usted como asociado, la diferencia entre ver cómo crecen sus ahorros y se
protegen sus aportes o, por el contrario, perder todo lo que durante tantos
años de manera colectiva se ha construido. 


En contraste, ante la debacle de los resultados de las medidas de anticorrupción que ha sufrido el país, el llamado ahora es para que los electores elijan con qué y con quién se quieren quedar en su «metro cuadrado». El «metro cuadrado» al que me refiero no es el de construcción que cada vez sube más su precio en varias ciudades de Colombia, no, me refiero al que cada uno habita. Si los electores en su metro cuadrado comparten las prácticas politiqueras y corruptas, que luego no se quejen si los datos del DANE nos demuestran que ese «votico inofensivo e inocente» que le dimos a esa persona que nos regaló tan amablemente un par cervezas o unos cuantos ladrillos, un mercado, unas boletas al concierto de «ColdPlay» (cool), o lo que quiera, nos llevó a la «hecatombe» del aumento del desempleo, de unas obras públicas ausentes o al aumento del mal uso del erario en su ciudad, su municipio o su departamento. ¿Cuánto entonces nos cuesta una «amarga» en el contexto de la democracia? La respuesta es MUCHO, desde nuestros recursos naturales y estratégicos hasta la incomodidad de transitar en medio de avenidas sin terminar o simplemente inexistentes.


Por cierto ¿Alguien ha escuchado alguna posición inteligente por parte de los candidatos a Presidente, con relación  al sector solidario? Vamos a ver quién y qué nos propone aquella persona que no subestime los seis millones de asociados que sumamos entre cooperativas, fondos de empleados y mutuales.

 

Bueno, en últimas cada uno decide. Y como Usted también decide, elija a quien elija, vote y vote bien pero no por las seducciones etílicas o politiqueras.