España levantó la Copa en el estadio Soccer City de Johannesburgo. Antes, la ceremonia de clausura terminaba con un “los esperamos en Brasil”. Pues bien, esa invitación se cumple hoy. Después de cuatro años regresa el Mundial, después de 28 vuelve a América Latina y luego de 64 años retorna a casa. La patria mayor del Amazonas recibe 19 naciones más de las que acogió en ese 1950 de imágenes en blanco y negro. De allá hasta aquí muchas cosas han cambiado: la ‘canarinha’ ganó cinco veces el título, Uruguay –su verdugo de entonces- no consiguió sumar ningún trofeo más a sus vitrinas y Argentina –su archirrival- lo hizo en dos oportunidades.

En ese lapso de tiempo Colombia clasificó a su selección a cuatro citas orbitales, siendo la de USA 94 la más productiva (avanzamos la fase de grupos). El Brasil de entonces vivía el “Estado Novo” propuesto y agenciado por Getulio Vargas y el Maracaná fue uno de los emblemas de esa “modernización desde arriba” que era la meta del establecimiento para –en los discursos de la época que aún no desaparecen- “sacar a Brasil del atraso”.

Pero Colombia también mudó desde entonces. Podemos decir que para esas calendas éramos un país predominantemente rural, de baja escolaridad, no integrado en lo nacional y menos aún en lo internacional. Estas reflexiones a propósito de la mancha amarilla que vemos por estos días en las 12 sedes de la Copa. No nos referimos a los “torcedores” (hinchas de Brasil), sino a los colombianos que vinieron a vivir el carnaval por cuenta del fútbol. Las razones de tanta presencia nacional (según la embajada de Colombia en este país, unos 100 mil compatriotas desembarcarán en la tierra del capoeira) puede deberse a que la clase media creció y esta –como se sabe- se caracteriza por su alto consumo con tarjeta de crédito, su gusto por viajar al extranjero y el conocimiento de una segunda lengua; pues bien, según FIFA los “nuestros” compraron algo más de 54 mil boletas siendo la sexta nación en adquirir ingresos.

Pero también muchos vinieron a practicar la economía del rebusque (se pueden encontrar vendiendo manillas, cachuchas y gafas en Copacabana) y del turismo “mochilero”…

Empezamos una serie de entregas que tendrá en este blog aspectos sociales, culturales y políticos de la Copa y en el blog “A la bartola” de Futbolred reflexiones deportivas. Invitadísim@s.