En enero pasado, José pidió una cita de urgencia -que ahora llaman «prioritaria»– para que le atendieran un brote que le cubría el pecho y un dolor intenso de estómago. En su EPS le dijeron que solo había opción en Suba (noroccidente) –el vive en Chapinero- y como era urgente José aceptó.

Usó taxi para llegar a tiempo a la cita, respondió en la recepción del consultorio unas preguntas sobre el motivo de la consulta (lo usual en estos casos para valorar qué tan urgente es la urgencia), después pagó la cuota moderadora (valor de la consulta) y esperó su turno.

Cuando lo recibió, la médica de turno no le preguntó por sus dolencias sino que le advirtió que solo lo podía atender por una de las dos, el brote o el dolor. Él le respondió que necesitaba atención integral porque no sabía si el brote y el dolor estaban relacionados por una posible intoxicación. La médica «lo sintió mucho», pero solo podía ocuparse de uno de los casos.

José optó por el brote, que le cubría el pecho, avanzaba hacia la espalda, y por su aspecto le pareció más grave. La consulta no demoró más de 5 minutos, y José salió con una fórmula y cara de decepción. Pagó otra cuota moderadora para reclamar los medicamentos en la droguería, y veinte minutos más tarde salió con un tubo de hidrocortisona.

Al hacer las cuentas de su «aventura» con la EPS, donde le garantizaron todo menos el derecho a la salud –y eso que está en el régimen contributivo– José pensó que le habría resultado más barato y menos traumático ir a la droguería de la esquina de su casa, donde la hidrocortisona le hubiese costado cuatro mil pesos, y no los 21.800 que terminó costándole la consulta (7 mil del taxi, 12.600 de las dos cuotas moderadoras y los 2.200 de pasaje de bus que pagó para salir de Suba y regresar a su localidad).

Pero claro, al de José, su EPS lo llama un caso aislado, y según las cifras de cobertura de salud en Bogotá, él es uno de los 4 millones 900 mil bogotanos afortunados que «tiene garantizado el derecho a la salud» porque está afiliado al régimen contributivo.

¿Y usted qué opina? ¿Será que este es el único «caso aislado» de atención deficiente en salud? Escríbame sus historias a yolgom@eltiempo.com.co
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A todas las personas que escribieron sus comentarios en este espacio les agradezco la sugerencia de temas que vamos a ir desarrollando en los próximos días. Por ahora, una claridad para «VOX POPULI SIGLO XXI». Bogotá está organizada en 20 localidades, la más reciente es Sumapaz, que es la número 20. Aunque se ha discutido la idea de la localidad 21 -algunos quieren que sea Ciudad Salitre y otros que se dividan las localidades grandes- por ahora no se ha aprobado. También es cierto que algunas personas piensan que Soacha es la localidad 21, pero no, ese es un municipio de Cundinamarca, que está pegado a Bogotá.