Aunque algunos usuarios reconocen en sus comentarios que el problema no son todos los taxistas, quienes han ejercicio el oficio o lo desempeñan todavía consideran que esas excepciones no hacen justicia a quienes sí prestan un buen servicio.
A continuación transcribimos la carta de un ex taxista que defiende el trabajo del gremio y pide que se reconozca el aporte que hacen a la ciudad:
"Se ignora a la gente buena"
Con motivo de su blog me permito decir que si bien en mucho de lo escrito hay razón, también es cierto que en muchas oportunidades no es uno sino varios los pasajeros que abordan un taxi con billetes de 20 mil o 50 mil, o en otras oportunidades no se avisa para que el conductor pueda, rogando muchas veces, cambiar en alguna estación de servicio cuando no hay sencillo suficiente (ninguno de los dos esta obligado a llevar suelto o cambio, son circunstancias que deben ser resueltas armónicamente).
Me parece que su artículo no muestra toda la realidad, quizá se pudiera haber recogido la experiencia de taxistas que hacen todo el esfuerzo y terminan rebajando parte o la totalidad del servicio o perdiendo tiempo tan valioso para él como para el pasajero con tal de entregar el cambio apropiado.
En este sentido se que hay muchos usuarios agradecidos. El taxista, en algunas oportunidades, es objeto de improperios y de una malsana mirada, porque se piensa que la única intención es quedarse con parte del cambio. Faltaron los testimonios en los cuales sucede al revés.
Como en toda profesión u oficio, lo malo empaña la labor de tantos y tantos esforzados que hacen bien las cosas. "El problema del mal no es el mal en si mismo sino, de que siendo tan poco ensombrece el bien y no permite apreciarlo".
Por qué no hablar, también, de la benéfica labor de los taxistas el día del paro, sin duda y de lejos fue mucho más el aporte de ellos que lo malo que una minoría causó. De hecho desde el Alcalde hasta el secretario de transporte públicamente reconocieron la labor de este gremio. Pido un poco más de equilibrio en los testimonios.
Actualmente no soy taxista, lo fuí durante varios años, soy docente y creo que todo parte de ponerse en el lugar de los demás. Creo que también hay una Bogotá que se pretende ignorar y es la de la gente buena, que hace las cosas bien.
Mauricio Rodríguez
Si usted tiene una queja sobre los taxis puede entrar a la página de la secretaría de tránsito de Bogotá a «Sugerencias, quejas y reclamos» y llenar el formulario con los datos. La Secretaría de Tránsito dice que atiende esas inquietudes como derechos de petición, es decir, los tramita y responde (www.transitobogota.gov.co)
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