Secretario y luego presidente del capítulo de Ortopedia infantil de la Sociedad colombiana de Ortopedia y Traumatología en donde es en la actualidad miembro activo. Es miembro correspondiente de la Academia Nacional de Medicina de Colombia. Ha publicado dos libros de Ortopedia Infantil, varios capítulos de libros y numerosos artículos en revistas nacionales e internacionales . Ha sido conferencista invitado en congresos de Ortopedia infantil en Colombia y varios países del mundo.
Actualmente se desempeña como ortopedista infantil en la Fundación Cardio Infantil y el Hospital Infantil de San José en la ciudad de Bogotá. Tiene un especial interés por las deficiencias congénitas de las extremidades inferiores y la cirugía reconstructiva en niños.
Todo este BAGAJE se manifiesta en una VOCACIÓN literaria que lo hace complementario con su PROFESIÓN, transformándolo en un HOBBY intenso con ganas de crecer…
Nuestro CAFÉ LITERARIO se ha especializado en detectar esas INCLINACIÓNES dignas de VISIBILIZAR…
Les invitamos a corroborar esas intuiciones que de ÉL tenemos…lean y nos comentan… como SIEMPRE..!
“David Livingstone: más que un explorador
AVENTURA y LITERATURA son dos bellas palabras queriman ─ le oí decir en una conferencia a Javier Reverte, un cronista de viajes, haciendo alusión a la vida del médico, explorador y escritor David Livingstone (1813-1873). A estas palabras le agregaría una tercera no menos atractiva: CORAJE. Las tres sintetizan la vida apasionante de este personaje que combinó la actividad médica misionera, la filantropía, la compasión y la curiosidad sin límites.
Livingstone, un héroe en el mundo de los exploradores tuvo una infancia difícil en su natal Escocia. Trabajó de sol a sol desde los diez años en una fábrica de textiles, circunstancia usual en aquellos tiempos en que los derechos de los niños eran inexistentes. Era un cristiano ferviente, estudió Medicina en la Universidad de Glasgow y tenía la intención de irse como misionero a China. Sin embargo, la Guerra del Opio que tantos conflictos generó en ese país lo hizo declinar en este último empeño y enfiló su talante viajero hacia África, un continente desconocido que solo era visitado por los mercaderes árabes en busca de esclavos y marfil. Las historias de selvas inexpugnables, enormes desiertos, animales exóticos, enfermedades implacables y canibalismo hacían parte del imaginario colectivo de la época. El cariz altruista, humanista y aventurero de Livingstone precedió al colonialismo, y fundó varias misiones en las que fue apreciado por ser un blanco enemigo del esclavismo. Narró con detalle la manera cómo los nativos eran capturados, transportados y vendidos a los negreros en una crueldad sin límites. Entre sus ires y venires de Inglaterra escribió sus experiencias en los libros titulados “Viajes y exploraciones en África del sur” y “El último diario del doctor Livingstone”… en los que narra aventuras fascinantes en medio de la malaria, la disentería, los cocodrilos, los rinocerontes y la exuberancia africana. En uno de sus textos cuenta cómo fue atacado por un enorme león macho, que por cosas del destino, no lo devoró y tan solo le causó heridas leves en la espalda y en el cuello. Pocas personas pueden sobrevivir y relatar un episodio como este…
Analícelo, recapacite y si le parecemos INTERESANTES siga leyéndonos y vea el FINAL de la NOTA …
CON JABÓN…! NO COMO PILATOS PORFIS
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