Un día obtuve un espacio en una emisora cultural para programar la música que me gustaba porque quería mostrársela a otros. Fueron cinco años maravillosos, pletóricos en ego, desprendimiento económico y seudo-intelectualidad. Sin embargo, después entendí que sólo soy un fanático que absorbe música todos los días, y de esos hay millones que podrían escribir este "blog".

Claro, hoy sé que Jimi Hendrix no es raro: en todos los bares rockeros del centro de Bogotá hay un afiche del "hijo de la flor", pero recordemos esa época en la que uno prendía el televisor y sólo salían videos de las "40 principales". Uno se las veía duras para hacerle el quite a Franco de Vita y el "santo cachón"…

Hoy todos tenemos la capacidad de exprimir la red y conocer. Por eso, establecer cualquier debate en este espacio es abrir la feria de las vanidades (incluyendo la mía): todos somos sabios y lo que nos gusta es mejor que lo que les gusta a otros.

Pero, ala ¡los que le encuentran gusto al "chacarrón chacarrón" y a la "ga-so-liiiina" también tienen derecho a la vida! Así es el mundo de los gustos musicales, caprichoso y juguetón.

Por eso, cuando leí el comentario que una blogger llamada Adriana dejó en mi primera publicación, acusándome de ser un seguidor fervoroso del "top ten", el asunto me pareció bastante simpático porque entre melómanos engreídos -como yo- ese insulto es casi peor que mentar la madre. Bueno, eso pensaba antes…

A Adriana le respondo: este espacio está abierto para que hablemos de Medeski Martin and Wood, Tunde Adebimpe, Nonesuch Records, Nusrat Fateh Ali Khan, Joshua Redman, Glin Glo, Schubert, Yellowman, Alex Gopher, Brazilian Girls, Frank Zappa, Jorge Drexler, Willie Rosario, el guaguancó, DJ Rodriguez, Los Ramones, Los Romeros, Charles Aznavour o el "burro mocho". Qué quieres proponer.

Por eso, este blog es para quienes quieran publicar reseñas musicales: envíenme sus textos (eso sí, no muy extensos, por favor) y los publicamos. Mi correo es carsol@eltiempo.com.co

Chévere que sean ustedes quienes escriban porque sentiré más democracia en este círculo de melómanos.

Ah, y a quienes les parezca la idea muy trivial, les dedico "Me-gus-ta-la-gaso-liiiii-na".
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