Tras la magia de ¿Live 8¿ aparecen las ratas que quieren sacarle provecho al asunto
La consigna de Live 8 era "no queremos tu dinero, te queremos a tí". Geldof quería unir al mundo para pedir a los líderes mundiales medidas estratégicas en el oprimido continente africano. El dinero puede ser importante para lograr una causa noble allí, pero lo importante es lo que ocurra a nivel político. Si la música logra eso, creo que se demuestra que la música puede transformar al mundo.
Por eso, la plata era lo de menos. Pero ahora, Live 8 se puede convertir en caballito de batalla para otros objetivos. El tema legal puede ser aburrido, pero ojo, tenemos que ser concientes de este tipo de cosas que dañan la gracia de la música:
* Ya surgieron las primeras copias piratas en DVD en eBay, el principal portal de ventas online entre usuarios. Cada copia de las escenas capturadas de televisión se podía adquirir por 31 dólares. El debate entre industria y piratas se cae moralmente si uno ve que un pirata le saca provecho a un concierto de caridad.
* La contraparte no se queda atrás: algunos contados artistas que participaron en «Live 8» ya manifestaron su intención de «donar todas las ganancias adquiridas por la venta de las grabaciones de «Live 8». Ok, pero son sólo algunos artistas. Claro, entre esos está David Gilmoure, guitarrista de Pink Floyd, quien siempre se ha caracterizado por alejarse de estos líos comerciales. Lo que uno no entiende es "ejem, listo, David Gilmoure… ¿y los demás qué?" Por favor, ídolos sagrados, ¡no nos decepcionen!
En ese sentido, hay que destacar positivamente que Universal Music sí hizo un anuncio formal sobre la donación del 100% de los beneficios de las canciones de Paul McCartney al Band Aid Trust.
* Live 8 puede convertirse en la disculpa para comenzar una gran persecución (al estilo «Let»s bomb Irak) contra el intercambio de archivos MP3. Tras la decisión tomada por la Corte Suprema de Justicia de E.U. hace ocho días, la RIAA (Asociación de la Industria de Grabación de Estados Unidos) comenzó una cacería que resultó en 784 procesos legales en sólo cuatro días. Ahora, en el discurso también va a entrar «Live 8».
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