Wilson Pickett, el demonio vestido de azúl en la tierra de las mil danzas

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Mañana, sábado 21, cumbre resonante en Crab"s: Con motivo de la edición 100 y de la llegada de un gran colaborador de este blog de Argentina, el plan sigue en pie. 8:30 p.m. Evento de traje… de traje plata, porque las arcas de la Caja apenas alcanzan para pedir maní gratis. ¿Cómo ubicar el grupo en un sitio tan grande? Preguntándole a los meseros, al de la puerta, o reconociendo a este tipo gigantesco de la derecha que estará diciendo boludeces con acento porteño y a todo volumen… Estas son las indicaciones para llegar.
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Conferencia sobre Los Beatles: Este martes 24 de enero en el Brittish Council [Calle 87 Nro. 12-79] el melómano Jose Luis Castaño mostrará algunas rarezas y otras cosas fundamentales de material sonoro y de video de la banda de Liverpool. Entrada $7.000. Reservaciones aquí.

Ahora sí, a trabajar…

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Años ochenta, en el dial de su emisora juvenil de confianza… En medio de la guerra de las colas, una gaseosa Naranja se abría mercado esculpiendo en la memoria de los adolescentes uno de los jingles colombianos más famosos de todos los tiempos: -"Naaaa Nanananaaaa Nanananá-nananá-nananaaa Nanananá-¡uh!"-.

El ritmo pegajoso de esa cadencia cercana al funk volvió a hacer aparición en una escena de la película Forrest Gump, en 1994… Usted veía a Forrest y a Jenny discutiendo sobre un puente, oía una melodía en el fondo y pensaba "oiga, eso se me hace conocido… mmm, tengo sed"… Luego, durante un entrenamiento de streaptease de irlandeses desempleados en "The Full Monty".

Era nuevamente Wilson Pickett, martillando en su cabeza con "Land of 1000 dances", coro con el que este ex cantante de corales de gospel unía a su público en un solo canto frenético.

La canción, cuya letra es simplemente el llamado a bailar una serie de pasos que estaban de moda en la época ["Mash Potato / ¡Do the aligator!"] fue compuesta por Chris Kenner para Fats Domino en 1963 pero fue Pickett quien la convirtió en el símbolo del lado rumbero del soul, el Rhythm and Blues (R&B), junto a lo que hacían Tina Turner y Aretha Franklin.

Inspiración musical de John Lennon, de los Rolling Stones y de otro poco de gente, Pickett, fallecido ayer de un ataque cardíaco, comenzó como corista de una iglesia bautista. Luego fue seducido por la música profana y se unió a la banda The Falcons. Allí fue descubierto por Atlantic Records.

Otras canciones increíbles en la voz de Pickett fueron "Knock on wood" y "Mustang Sally". Además compuso su éxito "In the Midnight Hour", canción responsable de haber disparado su carrera, pues el hombre no había encontrado nada de gloria luego de un año con Atlantic, y los ejecutivos lo estaban presionando. Se reunió con integrantes de Booker T and the MG"s y para grabar en 1965. Fue su catapulta.

Una forma de entender qué significa el legado de Wilson Pickett -y del soul en general- es la película "The Commitments", que trata del esfuerzo de lo que sería una banda blanca intentando vivir esta música que refleja la alegría del alma. Allí retumbó con gran impacto "Mustang Sally". Recomendadísima, aunque intuyo que muchos de ustedes ya la han visto.

Estos son los artículos de homenaje póstumo de CNN, New York Times (aquí pueden oírlo mientras ven la galería de fotos),  Washington Post y Eskpe.com

Suerte y pulso, amigos.