Básicamente, si Elvis Presley es responsable de meterle música negra a la escena de los blancos, Cash es "culpable" de sabotearla con composiciones inteligentes que denunciaban las penurias del hombre oprimido estadounidense, aquel que se partía las manos recogiendo algodón para luego terminar en la cárcel por disparar su escopeta en medio de una borrachera de whisky barato.
Por ello, este "vaquero" solía ser comparado con Bob Dylan (incluso tocó algunas de sus canciones): No se conocían, pero compartían esa necesidad de gritarle al mundo algunas verdades insensatas, Cash desde la música country y Dylan desde el folk. Y ese encuentro de guerrilleros musicales aparece, escondido en un fragmento de segundos, en una de las escenas de película "Walk the line", hoy en las salas de cine colombianas.
Les recomiendo este emotivo artículo: Las influencias de Johnny Cash en la música de la mentada Black Cat Bone, contada por uno de sus integrantes, el guitarrista Carlos Reyes.
En la película recuerdan una broma que Cash hizo entre canción y canción, frente al público carcelario, acerca del agua sucia que deben beber los prisioneros. Me tomé el trabajo de oír, traducir (a las patadas, pues el inglés campirano es algo difícil de entender) y transcribir ese chiste de la vida real -en la película lo recortan-:
Curiosamente, la próxima biografía será de otro artista negro: Marvin Gaye… por supuesto… ¿Cómo encontrar otra vida más complicada y trágica que la de Gaye?
Es que lo realmente simpático del asunto está en qué hace interesante una historia de rock como para llevarla al cine, y mi teoría es que Hollywood le apuesta al MILAGRO bíblico, manifestado en dos posibilidades: La "resurrección" o el "apocalipsis". Si se dan cuenta, todas estas biografías se basan en la resurrección del artista (luego de caer en lo más oscuro de la droga, por lo general) o, como en el caso Jim Morrison, James Dean, Jimi Hendrix o Richie Valens ("La bamba"), en el apocalipsis de la muerte prematura -por droga o por un accidente absurdo del destino-.
Por eso, esta película es sobre Johnny Cash y no sobre el amigable Willie Nelson. Pero bueno, qué bonita película, como para comprender el proceso artístico y ponerse a llorar por eso.
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Regalito de la Caja de Resonancia: A las primeras tres personas en Bogotá que me envíen un correo electrónico a carsol@eltiempo.com.co con el subject "Solina" y que me respondan acertadamente a esta pregunta sobre Johnny Cash [¿Cuál es el título del disco que Johnny Cash grabó en concierto en la famosa prisión estatal?] -asalten el google- les obsequio una boleta para una cosa que no tiene nada que ver con Cash, jeje: El concierto del A Go-Go electrónico (uash, qué tal esa categoría que me acabo de inventar) del trío español de Solina y la banda electrónica De Lux Club, que será este viernes 10 de febrero en Theatrón, en Bogotá.
Los ganadores recibirán un correo electrónico de vuelta y el viernes publico los datos.
Suerte y pulso para todos.