Esta es su carta para nosotros, completa:
Con los boletos confirmados el resto fue mero trámite, la compra de los pasajes aéreos, etc.
Una vez en Bogotá el viernes 24 (acompañado de mi querida novia, que aunque no le agrada mucho este tipo de música, estuvo dispuesta a acompañarme), sólo esperaba ansioso el domingo, pero por cosas de mujeres y uno de sus vicios -los Centros Comerciales- (a propósito los felicito por la cantidad y calidad de éstos), llegamos a las 5 pm y horror, la cola y el tumulto eran impresionantes, así que inocentemente nos pusimos al final de la cola, pero luego de unos minutos, me percaté que la cola no aumentaba, porque me puse justo en una parte donde la cola se corta por una de las entradas posteriores, y el tipo de logística estaba más asustado que nadie, así que mejor nos quedamos ahí.
Creo que el tema de la cola ya será bastante comentado por las personas que escriban sus reseñas, pero tuve la suerte de entrar y tener dos buenas ubicaciones. Afortunadamente no se tuvo que esperar mucho (sería un abuso luego de tal cola) y cuando empezaron los primeros sonidos característicos del concierto, realmente sentí una excitación y ansiedad que no recordaba haber percibido antes.
Una de las cosas que quiero resaltar del concierto es la conexión del grupo con el público, los noté bastante compenetrados y animados para tocar, algo que no es muy común en ellos. Esto se debió, creo yo, a la calidad de gente de Colombia y en general de Latinoamérica, que realmente empujaron al grupo. No quiero llegar a comentarios de que este se equivocó en una nota en tal momento y cosas por el estilo, porque creo que no vienen al caso. Sólo decir que es un grupo de un nivel superlativo, y si casi no tienen el apoyo de los medios, tienen una gran llegada en todo el mundo.
Finalmente, quiero felicitar a los hermanos Colombianos por la educación que mostraron en todo momento, se notaba que lo que buscaban era ver al grupo y no la fiesta y euforia que normalmente acompaña a un concierto de rock.
Saludos
Carlos Quevedo
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De nuevo, gracias al amigo y vecino Carlos por su emotivo texto y por hacer parte de la Caja. Nos veremos nuevamente el viernes, talvez con un debate muy interesante.
Suerte y pulso.
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