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Hoy les contaré, además, acerca de mi exorcismo con el rap…

No se trata de que la radio "haya muerto". Ese temor existió cuando apareció la televisión y vean, no murió. Pero sí es evidente que los nuevos oyentes encontramos en Internet otras formas de conocer y obtener música, sin cuñas comerciales que pisen las canciones y sin las absurdas restricciones que impone la consolidación del mercado: "Más reggaeton y vallenato, menos de lo demás". En contraste, la radio tradicional basada en el debate entre locutores y comediantes sigue muy fuerte… pero lo que nos inquieta aquí es la música.

Pensando en eso, unos colegas hicieron el click mental hacia Internet y abrieron este año las puertas de Dynaradio. Prefiero que sean ustedes quienes la oigan y la califiquen, me abstengo de echarle piropos, ya que algunos de sus fundadores fueron compañeros de trabajo durante mis años en radio. Para evitar suspicacias, aclaro: No, no soy socio ni miembro, y tampoco obtengo beneficios por hablar de ella.

Por eso, hasta le hago mis críticas: Bien, bacano que pongan buena música, pero deberían tener la opción de que uno pueda ver en texto qué canción está sonando en ese instante. Creo que eso es clave por mejorar.

Dyna es uno de varios ejemplos de webradio en Colombia -hace parte de una sociedad española/argentina/colombiana-, como el ya reconocido Expreso del rock, del que hablamos en alguna ocasión aquí, en la Cajita.

Sobre Streaming: En algunas ocasiones suelo tener problemas con emisoras en streaming, y eso que tengo la muy angosta banda ancha colombiana [ hay esperanzas de una verdadera banda ancha en el futuro ] . Con Last.fm, a veces se congela la reproducción. Esos saltos son lo más odioso que uno puede sufrir al captar streaming, y ocurre con mucha frecuencia. Pues bien, siendo objetivo, me impactó que en Dynaradio sólo tuve un salto en un lapso de más de una hora. Desconozco el poder de sus servidores pero esta es la página de su plataforma.

Mi exorcismo con el rap

Un fundador de Dynaradio y amigo me invitó a hacer un programa. Yo propuse que quería programar rap. El hombre se sorprendió porque conoce mis gustos. Además es evidente: Los blancos no saben saltar; con esta pinta de Woody Allen reconozco que no soy muy de "my niggaz power". De todos modos aceptaron mi propuesta y entonces hoy, viernes, en la franja de raíces negras, los invito a escuchar mi programa de rap sabrosón, del de Brooklyn, algo jazzero, a las 2:00 p.m. (hora colombiana).

Lo confieso: En el fondo hay un exorcismo, una lavada de manos ante dos hechos vergonzosos en mi vida.

El primero es que, en una ocasión, me dejé llevar por los malditos estereotipos: Un día, iba entrando a la emisora cuando, frente a la puerta, aguardaba un tipo con un aspecto impresionante que, confieso, despertó en mí la reacción ridícula del temor urbano. Él estaba envuelto en una chaqueta gigante plateada. La cabeza rapada y un ojo negro por algún puño certero. Malencarado, parecía que expresara odio hacia mí. Y hoy pienso que yo me lo merecía. Cuando entré, la secretaria me dijo "Carlos, un tipo raro te está esperando afuera". Ahí comencé a pensar en todos los posibles enemigos que tendría y quién me habría enviado a este mensajero para que me cobrara la cuenta. "Adios mundo cruel", pensé.

Afronté el destino y lo recibí. Para mi sorpresa, sacó de su chaqueta un disco y me lo entregó, y me invitó a que lo escuchara. Eso fue hace unos seis o siete años. Hoy tengo el disco aquí, en mi casa. Él era Juancho 3X, una de las voces de Cescru Enlace, grupo de rap originario del barrio Las Cruces que ya fue reconocido con uno de los mejores reportajes musicales que le he visto al New York Times.

En el segundo capítulo salgo mejor librado: Un año después, me llamaron de un programa de Citytv porque necesitaban a alguien del mundo musical -debieron pasar por 100 personas antes que les dijeron NO- que participara en un debate CONTRA un rapero. Necesitaban a alguien que criticara el rap. Con mucho respeto, le dije a la productora que tenía huevo. ¿Quién se puede considerar autoridad para salir en TV a afirmar que el rap no es bueno?, y además, ¿por qué buscan a un fan del rock para que hable contra el rap? Eso es tonto en extremo. Finalmente aceptó un profesor de música de la U de los Andes, cuyo argumento era que el rap es pobre de estructura. Talvez, pero, ¿eso significa que sea malo?

En fin, eso es todo. Hoy en día no podemos fijarnos en fronteras tan tontas como esas. Parte de la subsistencia humana es que valoramos las expresiones culturales de los demás, sin segregar por fachas.

Suerte y pulso.

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