La banda que les traigo hoy puede pasar por un detestable frankestein atornillado en el jolgorio de los noventa o una abominación que no respeta semidioses; talvez parezca simplemente un experimento que salió mal o una invención de pésimo gusto, como aquel famoso cuadro de los sabuesos que juegan billar.

Pues bien, cuando le preguntaron a Robert Plant cuál era la banda que más le gustaba, él contestó "Dread Zeppelin".

 En Last.fm, este es el enlace para escuchar a esta banda del infierno.

El grotesco grupo rinde un tributo a su manera: Un adiposo Presley, al parecer carente de material nuevo, que decide hacer versiones de Led Zeppelin, Deep Purple, The Beatles, Cream y The Who, y organiza una banda al estilo jamaican music… ¡Santo Cielo!

Se trata de una banda que surgió en 1989 en Pasadena, California (E.U.), conformada por Jah Paul Jo (Joe Ramsey) [ retrato ], Ed Zeppelin (Bryant Fernandez), Fresh Cheese (Paul Masselli), Carl Jah (Carl Haasis), Butt-Boy (Gary Putman), y una mole de 150 kilos -dos de ellos talvez se los deba a esa peluca- que se hace llamar Tortelvis (Greg Tortell) [ entrevista con el personaje ].

Diez discos conforman la colección sonora de Dread Zeppelin. Algunos críticos recomiendan el primero, de 1990, llamado "Un-Led-Ed", pero también han apuntado a su último trabajo, "Chicken and Ribs", del año pasado, como pieza clave para fanáticos.

He tenido la oportunidad de torturar a mis amigos puristas con Dread Z. Se niegan a aceptar que suena bien -tampoco es que sea una banda genial, sólo es buena- porque aseguran que "Zeppelin es intocable". ¿En serio lo es? Garantizo a los fanáticos de la tradicional banda británica que al escuchar este circo van a sufrir un rebote estomacal.

Confieso que sí hay que hacer tripas corazón para escuchar canciones como "Light my fire", de The Doors, con cadencia reggae y falsetes de voz grave.

Los títulos de los álbumes parecen sacrilegios: "No quarter pound" es una referencia hamburgueresa que sonará similar al famoso "No quarter" de Page y Plant. "Deja Voodoo" es un híbrido del "Voodoo chile" de Hendrix y el "Déjà vu" de Crosby Stills Nash and Young.

El trasegar de Dread Zeppelin puede medirse por su serie de conciertos fuera de E.U.: Han pisado tierras neocelandesas, australianas, japonesas, argentinas y brasileñas. Su video de "Heartbreaker hotel" apareció en un show de Beavis & Butthead.

¿Tenemos corazón para gozarnos este tipo de vainas? La música no es sólo gusto, sino que también puede ser diversión. Así nos podremos reír hasta de nuestros propios ídolos. Junto a la colección de música de Dread Zeppelin tengo a The Moog Cookbook -de la que hablamos en alguna ocasión- y barbaridades para torturar a las visitas como Jordy, Melody, Locomía y Pimpinela.

¿Conocen otros casos de mezclas que parezcan insensatas pero que deberíamos conocer?

Suerte y pulso.