Además, en esta edición de la cajita, nuevas noticias acerca del fenómeno de temporada en el bizarro mundo del reguetón: Yasuri Yamileth.
Los ganadores del primer Festival BAT de la Nueva Música Colombiana comienzan una serie de conciertos en diferentes ciudades del país. Mañana, 1 de agosto, se presentarán en el Parque de los Pies Descalzos de Medellín, y entre el 8 y el 11 de agosto estarán en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá.
Se trata de Curupira, Ensamble Sinsonte, Puerto Candelaria y Guafa Trío.
Ojo con estos personajes, porque se trata de quienes están liderando una vanguardia en pro de una ‘nueva arquitectura’ de nuestros géneros tradicionales. Si usted no los ha oído, tómese un buen momento para hacerlo, pues se va a sorprender. Próximamente, la caja abrirá una serie de especiales con estos proyectos musicales y otros que aunque no han ganado eventos, son excelentes propuestas musicales.
El borojó, video de Curupira.
Evento recomendadísimo ¿Precios? 5.000 y 10.000 pesitos.
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Noticias de Yasuri Yamileth
El blog Oniwabanshuu (recomendado por el lector elchaos) que pertenece a un ejecutivo de la industria discográfica de Venezuela, afirmó que pudo hablar telefónicamente con la madre de Katherine Severino, la identidad detrás de la mítica Yasuri.
Cuando yo hice la investigación para el post sobre Yasuri me encontré con un foro en el que daban el nombre de Katherine Severino y unos números de teléfono, aduciendo que se trataba de Yasuri. En ese momento pensé que se trataba de una broma para afectar a alguien.
Pero Oniwanbanshuu se dio a la tarea de llamar a los teléfonos y asegura que quien le contestó fue la progenitora de la ilustre cantante. Hablaron sobre los derechos de autor (al parecer no ha recibido nada por concepto de difusión por Internet) y de ofertas que le han llegado a la ‘artista’ para nuevas grabaciones y conciertos.
Sin embargo, en el día de hoy la información ya no está publicada en el blog de Oniwanbanshuu. Al parecer el autor retiró el contenido… ¿Las razones? Mmmmm, sabrá el autor.
Suerte y pulso, amigos