Con el excelente sonido de Marc Ribot y Los Cubanos Postizos inauguro esta sección que se titula ‘A propósito de…’ y cuyo objetivo es encontrar cualquier argumento rebuscado para justificar que hable de las bandas que se me antojen.
MARC RIBOT
[[[[ Página web oficial ]]]]
[[[[ Reportaje gráfico de una presentación en Barcelona (2003) ]]]]
[[[[ Una entrevista con Marc Ribot, en inglés ]]]]
La insólita fotografía que publicó ayer el diario Granma [ esta imagen ], con la cual el mundo "corroboró" que Fidel Castro se encuentra bien, es de por sí muy exótica: El líder de la revolución cubana viste Adidas.
Pero lejos de caer en reflexiones politológicas, gracias a la rechinante incongruencia de la sudadera recordé el experimento de un tremendo genio del jazz contemporáneo llamado Marc Ribot: Su homenaje jazzero al compositor Arsenio Rodríguez [ ¿ Que quién es A.R.? ], con su banda de caucásicos Los Cubanos Postizos (The Prosthetic Cubans).
Aurora en Pekín, un corte de Marc Ribot y los cubanos postizos, del álbum del mismo nombre, en una versión en concierto en el festival Bleues de Banlieu, Francia, 2002
La carrera de este guitarrista cincuentón de Nueva Jersey ha tenido todo tipo de matices. Ha tocado para Elvis Costello, Tom Waits, Marianne Faithful y T-Bone Burnnet, entre muchos otros, y ha compartido escenario con Medeski Martin and Wood, John Zorn, The Sun Ra Arkestra y Brill Frisell, entre otros genios del jazz contemporáneo.
El momento que nos concentra hoy de Ribot es su acercamiento a la música cubana. Alguien me dirá "ahhh, como el Buena Vista Social Club". Yo le responderé que no: Lo que hizo Ry Cooder con los músicos tradicionales cubanos fue, a mi modo de ver, hacer nuevas versiones de viejas canciones, sin mayores modificaciones (con un excelente resultado). Lo que hizo Ribot es muy arriesgado: adaptar la música cubana a la improvisación de jazz, y súmenle a esto la interpretación de la guitarra clásica del blues.
De este entrometimiento surgieron dos álbumes, Los cubanos postizos (1998) y Muy Divertido! (2000) con el sello Atlantic. La crítica los adoró y hoy los traigo a colación, sólo porque sí.
Para quienes gustan de Manu Chao, les recomiendo el corte ‘Dame un cachito pa’huele’ (¡¡no lo digo por el título de la canción!!), pues se trata de una adaptación muy rápida y festiva de una composición de A. Rodríguez -su primer álbum, de 1946- que en algunos momentos recuerda las invenciones del franchute.
Quienes, por otra parte, gozan del buen son, les recomiendo la elegantísima versión de los Cubanos Postizos de ‘Se formó el bochinche’. Pero sin duda, un bocato di cardinale es el corte ‘Las lomas de New Jersey’: Esa guitarra eléctrica disonante entre un son montuno es bestial. Me recuerda también los trabajos de Charlie Musselwhite con integrantes del Buena Vista.
Esta frase puede sonar fuera de sitio, pero cuando escucho a Marc Ribot me preguntó por qué no ha hecho parte de las bandas sonoras de Jim Jarmusch ¡Hasta se parecen físicamente!
Para explorar más acerca de Marc Ribot y su apasionante insensatez, recomiendo escuchar sus trabajos con John Zorn, Electric Masada y demás. Son una fina cuota de jazz.
John Zorn y Marc Ribot, Electric Masada. Sigue la influencia cubana.
¿Lo último? Marc Ribot participó en octubre de 2005 en un disco del cual estoy ansioso por conseguir: Seventeen hippies play guitar.
Se trata de una producción de la banda alemana de folk acústico 17 hippies y que en esta oportunidad invitó a nuestro cubano postizo y a Jakob Ilja para grabar un álbum que se acerca al kleznut. [[[[ ojo a estas descargas de 17 hippies desde su sitio en MySpace , el corte ‘Besho’ es del disco con Ribot ]]]]
¡Suerte y pulso, amigos!