Reflexiones sobre un día calenturiento en el que música, política y medios se combinaron en un solo debate. Un día en el que reaccionamos de manera alérgica. Entiendo esa alergia, pero es irónico que lo importante siempre debió desde un comienzo la música… Hoy no sólo lidiamos con un rumor, sino además, con la sangre picha que generó el tema.

Leyendo los comentarios en el post de ayer, quedé sorprendido: ¿Por qué creemos que U2 no podría ser un espectáculo para todos los ojos y oídos? ¿Qué tiene que ver un buen espectáculo con los estratos? ¿Por qué nos consideramos un público no apto?

Pero arranquemos suavizando el tema: Este es el video del nuevo sencillo de U2, ‘Window in the skies’. Salió oficialmente en enero de este año, pero caray, se filtró rapidito en Youtube:


He oído desde hace muchos años que "queremos que venga U2", "queremos que vengan los Rolling Stones", "The Cure", "el buen rock", etc etc etc. Mucha gente lo ve como un sueño que se debe hacer realidad. Entonces ¿Por qué atacar una iniciativa cuando está surgiendo?

La propuesta de meter a U2 en un espacio que no aguanta más de 200.000 personas, y en donde la logística del escenario no es la adecuada para los shows que tienen que ver con luces y con efectos que van más allá de una consola, es obviamente una necesidad para reflexionar.

Pero eso no significa que no todo el mundo merezca oírlo a U2. Que sea gratuito, hace a este posible espectáculo uno de los mejores acontecimientos no sólo en la historia de la escena rock nacional, sino incluso en la misma historia de U2 y de los espectáculos gratuitos en todo el mundo: Sarajevo es el mejor ejemplo.

¿Que "Rock al Parque es un evento para gente pobre"? Si ese argumento es cierto, entonces es el mejor de todos… ¿Cómo es posible que creamos que este país va a salir de la olla haciendo más pobres a los pobres? Qué repulsiva y retrógrada es esa visión que nos carcome por dentro… ¡Qué bueno que U2 sea para todo el mundo! Supongo que un tipo como Bono espera que su música logre ese efecto.

Sobre el chisme

Respeto a mis colegas de La hora del regreso y de Radioacktiva. Además, según me han contado algunos de sus oyentes, los primeros han recomendado este blog. Tengo toda la buena vibra hacia la gente de La W. Por eso me pareció curiosa la lectura que hicieron algunos de lo que escribí ayer: Yo no dije que va a venir U2. Lo que dije es que hubo una declaración del Alcalde Garzón en la que dio detalles de un diálogo en el que Bono habría dicho lo que dijo. Dije que se trataba de un chisme distrital acerca de la posibilidad de traer la banda. A mí también me cuesta mucho trabajo creer el rumor, pero no por ende deja de ser noticia que el líder de la capital del país esté diciendo eso (es que dio detalles incluso de la respuesta de Bono…) De hecho, depende de nosotros, los medios, que aquello que digan nuestros gobernantes no sea tomado con la ligereza propia de las campañas electorales, sino que nos respondan con seriedad.

Para un gobernante, poner el tema en medios significa que eso está en su agenda de trabajo y que hay adelantos en el proceso. Por eso, hay que exigirle al alcalde seriedad con estos temas.

¿Sí viene o no?

Habrá que esperar a ver qué tan cierto es lo que nos dice el Alcalde. Hoy, voceros de Universal Music dijeron a La W que ven muy remota la posibilidad de que U2 venga, pero reconocen que sí hay un diálogo de Garzón con la banda. Pero los factores no son los mejores:

1. ) U2 afirma en su página web que no tiene planes para hacer algo en vivo este año. Claro, que no haya planes hoy no significa que de repente mañana sí haya. La banda está trabajando en un nuevo álbum, eso significa que se atrinchera y que se aleja de los escenarios…

2) Es cierto que Bono ha dicho que no irá a un país que convive con la violación de los derechos humanos de la forma en que se hace en Colombia, pero según me dicen, también es cierto que ha manifestado su aceptación por lo que considera una administración de cambio en Bogotá. Aclaro que YO NO SOY PARTIDARIO del señor Garzón, tampoco lo ataco.

Les dejo a ustedes, entonces, el peso de discernir entre lo que podemos creer de la noticia, la esperanza en si esta puede ser una noticia real o si debemos conformarnos con la actitud negativa.

Suerte y pulso.