De escopetarras y otras rarezas / ¡Vuelven los Héroes del Silencio!
Un símbolo que para algunos se está convirtiendo en karma y, para otros, sólo el recuerdo de viejas leyendas.
Hace algunos días, un resonante trajo a colación en los comentarios de este blog una cita de lo que dijo Bob Geldof en Cartagena, recientemente, cuando César López le entregó la famosa escopetarra de su creación: "Esto me recuerda lo que hizo Woody Guthrie".
La anécdota ocurrida en este país del trópico coincidió con una campaña emprendida por el periodista Gustavo Gómez Córdoba, de Caracol Radio y del círculo de amigos de SoHo, en la que le pide a César López que ya deje de regalarle escopetarras -para quienes no están familiarizados con el concepto, se trata de viejos fusiles AK-47, dinosaurios de guerra, adaptados como guitarras- a cuanto artista pasa por estas tierras, pues lo que en un momento significó un llamado a la paz, se convirtió en una tara creativa y en un aburrido y repetitivo ritual que incomoda a quienes, ante semejante regalo, se ven obligados a interpretar el susodicho trasto frente a los ojos pipones de regordetas y risueñas comitivas diplomáticas…
Parece que la frase de Geldof en Cartagena caló negativamente, pues lo primero que uno se pregunta cuando ve el trabajo de Guthrie es: ¿La escopetarra sí es un invento original? Pero lo más duro: ¿Sí le conviene la comparación?
"Esta máquina mata fascistas"
Con semejantes palabras -en inglés- incrustadas en la madera de una vieja guitarra, Woody Guthrie , activista y miembro del Partido Comunista en Oklahoma, decidió encarar los que consideraba demonios de su tiempo: Los fascistas cosechados durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, todo indicaba durante los primeros años de Guthrie que era un muchacho campirano de lo más decente, un muchacho de su casa que razgaba la guitarra, y que fue descubierto por Alan Lomax. ¿Quién es Alan Lomax? su trabajo como documentador de las raíces de la música estadounidense, la tradicional, fue uno de los mejores acontecimientos del siglo XX para la industria de la música. Con sus precarios equipos de grabación, Lomax iba por todas las carreteras de un país en crecimiento, rescatando de las minas y de los sembradíos, las voces de la gente negra y blanca.
Como para pensar un poquito en la influencia de Guthrie, algunos críticos creen que fue indispensable en el surgimiento de Bob Dylan.
El discurso fuerte de Guthrie tuvo seguidores. Y tuvo mutaciones… y se volvió punk… para la muestrita, un botoncito:
Ahora, bueno, si la escopetarra, que surgió en el año 2003 como una creación de César López y de la llamada Orquesta Neutral, conformada por músicos callejeros de Bogotá, es una adaptación de la idea de Guthrie, bien, eso no tiene nada de malo. Eso sí, sería bueno reconocerlo públicamente para que los colombianos no creamos ciegamente en un idilio creativo inflado. La escopetarra no está muy lejos del genial tubófono parafínico cromático de Les Luthiers -exento de simbolismos-, ni de la aceitarra, un invento que construyó mi hermano -muchos años antes de la escopetarra- para una feria de la ciencia en su colegio con el pedazo de una guitarra que rompió jugando fútbol y una lata de aceite de cocina de 10 litros (no tengo la foto, pero si me la piden, la consigo).
Eso sí, claro, el simbolismo siempre tiene algo interesante. Chévere decirle a la gente cositas bonitas sobre la paz, pero talvez sería más útil que en la región en donde se le regaló a Geldof una escopetarra, se combata la violencia matando el hambre e impidiendo la parapolítica… pero bueno, no nos metamos en temas espinozos.
Mientras tanto, en el Salón de la Justicia…
Vuelven los Héroes del Silencio. Sí señores, así como lo ven sus ojos tapatíos, la banda de Enrique Bunbury se reunirá para darles gusto a sus fanáticos. Al menos así lo asegura el diario El País de Madrid. "Como cosa rara", pasarán por encima de Colombia, con dirección a Argentina. También tocarán en México, Guatemala, Estados Unidos y su país natal, en donde, como cuenta el artículo, hasta la Ministra de Cultura pensaba reunirlos "por decreto gubernamental".
Buena vaina por los héroes. A continuación, un recuerdito: Entre dos tierras.
Suerte y pulso.
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