Apreciaciones respetuosas acerca de un documental que es estupendo pero que, en el afán de exaltar las banderas británicas, se apropia de la autoría de una cultura que ya debería ser considerada como universal.
¡No era virus!: Mis problemas técnicos parecen superados. No se trató de un virus sino de un problema de ventilación, ya que tenía mi computador en un sitio muy cerrado y como corro varios discos duros, el microprocesador entró en caos. Abierta la caja, todo anda marchando a las mil maravillas. Gracias a quienes se preocuparon y me ofrecieron su ayuda. Qué buenas anécdotas sobre dedicaciones contaron ustedes, estuvo genial. Gracias por la paciencia con las fallas. A la lectora Llilla, que me dijo "creí que ibas a hablar de Virus" (la banda argentina), le dedico esta canción para que no se me ponga triste:
– – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – –
Comenzó el pasado miércoles la emisión del documental ‘Seven Ages of Rock’, por el canal VH1 [ info y ficha técnica ], una maravillosa compilación de material audiovisual, producto de la investigación de un equipo de trabajo de la BBC de Londres que, según la cuña realizada por el canal, es "el más impresionante documental sobre la historia del rock desde que el rock tiene historia".
Espero que hayan visto el primer capítulo: Qué emocionantes resultan las actuaciones acústicas de Keith Richards (Rolling Stones), tocando ‘Satisfaction’, y de Jack Bruce (Cream), con ‘Sunshine of your love’ (en contrabajo ¡hágame el favor!). No puedo imaginar qué podría sentir uno como camarógrafo, sonidista o productor de ese material, cuando estos tipos tomaron sus instrumentos y arrancaron a tocar allí, como cuando eran músicos de lavar y planchar, sin egos ni nada. Qué bonito.
Pero, por demás, debo decir que las pretensiones de "el mejor documental de la historia del rock" me parecen obtusas y que, si uno ve esta producción como un trabajo enciclopédico, resulta decepcionante y frustrante o, en el menos grave de los casos, simplemente nos deja desinformados. Creo que se trata de una serie de finas rebanadas de la historia del rock que, al ser subjetivamente seleccionadas para ser presentadas en línea como si fuera una mirada de la época, transmiten verdades a medias o cosas que no son ciertas. Y sé que soy muy atrevido al decirlo, pues ellos son la BBC y yo soy un miserable gato más que ni viví la época ni soy de allá.
Pero este gato intentará demostrar su punto. El primer capítulo, titulado ‘The Birth of Rock: My Generation’, arranca con la teoría de que la adaptación que Rolling Stones, Yardbyrds y The Animals hicieron del blues gringo (Howlin’ Wolf y amigos) marcó el año cero del rock, en 1965…. "This is the first age of rock"… según la historia brittish-céntrica del rock:
Eso parece desconocer varios esfuerzos previos y, creo yo, exitosos por hacer eso mismo. Qué mejores ejemplos que Chuck Berry, Bill Haley, Little Richard y el mismísimo Elvis Presley, que tomaron el blues, lo aceleraron y obtuvieron algo que Alan Freed, el perro que aullaba a la luna, llamó "rock and roll". El documental de la BBC da a entender que la importancia de Estados Unidos parece no estar en inventar el rock and roll, momento previo a Beatles y Rolling Stones, sino en enviar el blues por barco al Reino Unido… ¡chanfle!… ¿Sugiere la BBC, entonces, que quienes celebramos los 50 años del rock en el 2004 [ estos, estos otros, este autor, la Rolling Stone Mag aquí y aquí… ] estábamos equivocados?
"Rock no es pop, pop no es rock and roll y blues no es…"
El argumento entonces sería que "Rock and Roll y Rock son cosas diferentes"… ¿Lo son? ¿No hace parte una de la otra? ¿Son banderas diferentes? Yo no lo creo. Si intentamos definir los términos Rock, Rockandroll y Pop desde todas las aristas, incluidas lo rítmico o lo instrumental, no vamos a notar grandes diferencias. De hecho, nos encontraremos conque los tres son productos de fusiones tras fusiones. El rock es un hijo bastardo. Si intentáramos buscar una definición exclusivista del rock, terminaríamos aceptando que el rock no existe como tal, sino que se trata de una suerte de cultura popular alimentada por la irrigación de muchas fuentes. Este texto describe muy bien el rock sin lograr definirlo…
El documental de la BBC es una selección de rebanadas que no tiene en cuenta a los Beatles seguramente porque hacen parte del sonido pop… ¿Es necesaria esa diferenciación en el rock? Si es así, debieron explicarla en el video para aclararnos su teoría… porque ¿Acaso ‘Twist and shout’ era pop?
De hecho, si fuera así, se contradice entonces al citar el Monterey POP Festival (67), como una fecha de rock. Y lo hace de una manera insólita, al insinuar que la gran atracción, lo verdaderamente importante de ese encuentro, fue solamente The Who… ¿Qué pasó con Jimi Hendrix? No fue siquiera mencionado… Claro, lo de The Who fue magistral, y espero me entiendan, adoro esta banda, pero la narración se centra en la no muy objetiva visión de Roger Daltrey, egomaniaco por naturaleza. Y de la movida Monterey, la caricaturiza con el hippismo de The Mamas and the Papas, pero omite olímpicamente a Otis Redding, Moby Grape, Electric Flag, Grateful Dead y Ravi Shankar, y apenas menciona a Janis Joplin… si se fijan, ninguno es británico:
Irónicamente, en esta página oficial de Seven Ages of Rock arrancan con Jimi Hendrix, pero eso no fue lo que apareció en el documental transmitido por VH1.
Da a entender el documental, pasados los minutos, que Bob Dylan resurgió como figura de rock después del folk porque estaba inspirado en los Rolling Stones. Insinúa que incluso intentó imitar su apariencia. Que descubrió que debía tocar eléctrico cuando vio el éxito de The Animals con una canción que él había tocado de manera acústica, ‘House of the rising sun’. Lo tratan de "wannabe"… luego le reconocen la importancia de ser el heroe del folk que rompió reglas y se enfrentó a sus públicos, pero ya el daño está hecho al haberlo llamado "wannabe":
En esa serie de omisiones, se pasan por la galleta a Crosby Stills Nash and Young, banda de la que había que decir muchas cosas, pues reúne a las puntas de un movimiento rock demasiado grande en Estados Unidos y Canadá. Y ni hablemos de The Beach Boys.
Pese a que no esté de acuerdo con sus planteamientos, disfruté de ver este documental. Realza la importancia merecidísima del supergrupo Cream y de Eric Clapton, exaltando esos egos tan impresionantes de estos músicos. Me emocionó muchísimo ver a Ginger Baker, el gran batero de Cream, contando cómo ellos eran lo más poderoso del momento. Quienes gozamos a destiempo la sicodelia de los sesenta, siempre vamos a amar a la crema.
Creo que el gran valor del documento audiovisual está en los testimonios de los artistas que van desfilando por ahí, aunque eso no es novedoso: los especiales de History Channel acerca de los mejores álbumes de la historia del rock hacen eso, sientan al artista para que hable del disco.
Como casi siempre cuando se habla del rock de los años sesenta, este programa tiene un montón de frases simbólicas y clichés de los tiempos que estaban cambiando, optimismo, revolución, amor, sueños, LSD, etc etc etc:
El producto de la BBC seguirá en VH1 con varias entregas (otras seis, supongo yo), cada miércoles a las 10 pm, con repeticiones los domingos por la noche. De lo que he visto de los siguientes capítulos, transmitidos en países angloparlantes en diciembre, hay cosas muy chéveres pero otras insólitas como que cuando se dedican a contar la historia de los Sex Pistols, ponen de fondo la maravillosa canción ‘I’m Eighteen’… de Alice Cooper. Son dos cosas demasiado diferentes.
Recomiendo ver este programa. Pero verlo con ojos y oídos críticos. No se debe ver como un documental histórico o enciclopédico, porque en ello se queda muy corto e incompleto, sino como pequeños retratos de la historia del rock. Hay que sacudirle el orgullo británico. Así se puede disfrutar enormemente: No debemos creer que Rolling Stone Mag, BBC o demás tendrán la respuesta final y absolutista sobre qué es el rock, pues eso no se distribuye en píldoras como el acetaminofen…. Yo supongo que el hijo bastardo de James Dean (concebido en el vientre de Janis Joplin y amamantado con leche amarga de Patti Smith) es un crío que cada uno de nosotros decide con qué nombre lo va a bautizar.
Suerte y pulso, mis amigos.