Sembrarán semilla de blues en Bogotá con Michael Powers / Fabulosos Cádillacs en Colombia
Vean, sé que algunos lectores me van a condenar a la caldera por lo que voy a decir. Pero se trata de un voto más personal que una crítica musical: Espectacular que vengan Nine Inch Nails, Muse, Iron Maiden, etc, son bandas sensacionales y fundamentales en la historia del rock, necesarias que pasen y muestren, como que uno dice "debía verlas antes de morir", pero si hay dos conciertos este año que abren las puertas para una cultura especial de contacto directo y apreciación musical en Bogotá, una en la que contemos con espectáculos exclusivos como ningún otro país de Latinoamérica, son el de Cat Power, que ya pasó, y el que viene, el de Michael Powers.
Reconozco que hay algo snobista en que lo acabé de decir: Ir a un concierto de un artista de esta talla da la sensación de inclusión social en una élite. Yo odio los elitismos en la cultura, me parecen una cosa pedorra. Bueno, entonces lo explicaré de otra forma: Gracias a que se cayó el dolar, tenemos a Nine Inch Nails en Bogotá, pero además, también tendremos a los artistas más independientes, de los sellos más artísticos y nobles -en este caso, Baryon Records-, de esos que antes uno solo tenía chance de ver en la carátula de un disco en un estante de Forum Discos y Libros. Vamos a ver artistas que nunca antes habíamos tenido el chance de ver, no tanto porque fueran TAN famosos, sino precisamente porque no lo son, no son famosos, son al contrario, muy exclusivos, como perlas sacadas debajo de una piedra y parecía que había que nacer al lado del delta del Mississippi para poder verlos.
No meto este acontecimiento en la bolsa del jazz, que tan buenas cosas nos llegan últimamente: Este año, Barranquijazz va a tener a Arturo Sandoval y Ron Carter, además de algunos miembros del Buena Vista Social Club, como por poner ejemplos… no lo meto ahí porque se trata de una iniciativa diferente, un concierto exclusivo fuera de la venta de tiqueteras del festival.
Michael Powers actuará en el Teatro Libre de Bogotá el 23 de julio, con apertura de The Black Cat Bone.
Esto es Michael Powers y su banda en el Terra Blues de Nueva York, en febrero pasado:
Eso es una cuota del más puro blues, pero oigan esto, tan Bob Dylan… se titula ‘Grafitti‘:
Si me preguntan qué ando escuchando en estos días, les digo que es Michael Powers [ página oficial / MySpace ] No sólo como parte de mi trabajo (no siempre coinciden lo que quiero escuchar y lo que me toca escuchar para reseñar en el periódico) sino que en verdad es una música espectacular, estructuralmente el más fino blues, y a la vez fuertemente renovada. No hay forma de quejarse con Powers: esto es tan blues, pero es demasiado bueno como para que alguien lo ajusticie con la dura sentencia que hacen tantos oyentes de que suena igualito a todo el blues existente en el planeta.
Y lo que voy a decir va a sonar demasiado atrevido, pero me arriesgo: Es como si Muddy Waters volviera a nacer, pero después de haber escuchado a Nine Inch Nails, a Tom Waits, a Nick Cave y al grunge noventero.
Sé que mencionar el nombre de este tipo suena gracioso. Entiendo que Mike Power era el alterego de Homero Simpson, el nombre que se puso cuando le permitieron cambiárselo. O que parece el hermano de Austin Powers. De hecho, tiene un homónimo músico de jazz que es muy diferente. Pero qué le vamos a hacer. Lo importante es su música, fuerte y clara. Al tipo suelen compararlo muchísimo con el fallecido Stevie Ray Vaughan y con el joven Jonny Lang, pero con la diferencia de que Powers ha demostrado su versatilidad con guitarras acústica y eléctrica.
Aunque solemos hablar de blues como una masa amorfa y toda igualita, hay varias vertientes del blues que son muy diferentes entre sí, generalmente divididas por el mapa de Estados Unidos y por el salto a Reino Unido. De lo primero, lo que generalmente se le viene a la cabeza a todo el mundo es B.B. King y Muddy Waters y, de lo segundo, Eric Clapton. Pero hay un blues más sucito, más violento, el de la corriente de Willie Dixon y Howlin Wolf. Hay otra escuela, la loquísima de Screamin Jay Hawkins. Powers tiene mucho de las dos últimas vertientes.
Para escuchar parte de su música, aquí encuentran un muy buen player.
Un argumento para rockeros es que en la banda actual de Powers está Steve Shelley, integrante de Sonic Youth, tocando la bateria.
Pero los sólidos argumentos son estos: Para los amantes de Led Zeppelin, Black Sabbath o AC/DC, tienen que escuchar la versión que Powers hace de la sicodélica ‘Psychotic Reaction’, de Count Five, un grupo de los sesenta que es brutal. Es la interpretación más conocida de este músico negro. Irónicamente no está en Youtube, pero les dejo un video de la versión original (me explico, esto que va a sonar es Count Five… la de Powers es más estadounidense, más de algodón):
Powers tiene apenas dos discos en solitario, ‘Onyx Root’ y ‘Prodigal Son’, que actualmente tengo en mis manos y me los he gozado plenamente.
Esta década ha sido un debut para este músico, pero no porque sea un jovencillo, Powers ya está bien entradito en años, sino que antes había sido integrante de los proyectos de un montón de gente, entre esos el propio John Lee Hooker. Y el tipo se lanzó ahora a hacer lo propio y creo que está rompiendo el panorama del blues.
Pero además, hay otros romances serios en este músico: Uno de esos amores es con Jimi Hendrix. En su segundo disco interpreta una de las versiones más inteligentes que conozco de la música del hijo de la flor (así le decía a Hendrix) con ‘Voodoo chile’, en la que agrega una mandolina, interpretada por Jimmy Vinino que, ruego, ojalá la traiga al concierto en Bogotá. Y a continuación, dos versiones en vivo, una de ‘Little Wing’ y otra de ‘Hey Joe’, con Ray Gerber:
Carajo, la canción más ‘linda’ de Hendrix le suena genial a Powers…
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Fabulosos Cádillacs anuncia oficialmente que Colombia está metida en la gira ‘Satánico Pop’ de conciertos de su reencuentro. Tocarán en Bogotá el 19 y el 22 de noviembre, según veo en la agenda programada. Será una oportunidad de lujo para ver el reencuentro, con un Vicentico que ya hizo muchas cosas en su carrera en solitario pero siento que le quedaron faltando otras muchas (pudo haber hecho duetos muy bacanos que quedó debiendo). Será una reunión con ausencias irremediables pero al parecer, muy buenos reemplazos.
El grupo ya tocó ante más de 10.000 personas y gustó mucho. Esta es una reseña del diario Página 12 de ese día.
Aún no hay un escenario establecido para el concierto de los Cádillacs en Bogotá, les estaré contando en su momento.
Fabulosos llega además con el anuncio de un nuevo disco con 30 canciones nuevecitas, que saldrá al mercado en agosto. Eso sin duda es un noticionón.
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