Anoche fue la apertura de ventas del disco de Metallica ‘Death Magnetic’. Fácilmente había 1.000 personas haciendo cola en el Tower Records del centro comercial Gran Estación. Una buena celebración para un buen retorno, y los fanáticos se lo agradecen a su banda.
Hace unos días fui crítico con el primer sencillo que, creo, no es lo más afortunado a la hora de mostrar qué es lo que se está haciendo, pero bueno, siempre existe la redención, y el resto del álbum lo demuestra.
El arranque es poderoso como ningún otro. Los latidos del corazón agitados de ‘That was just your life’ son los mismos del fanático que ha estado esperando por años este retorno. Muy simbólico.
El voltaje se mantiene en constante ascenso con ‘The end of the line’, que tiene unas escaleras de tonos buenísimas, en un estilo que evoca a Iron Maiden. Al minuto 4’30», Hammett demuestra que la velocidad no es un problema. Buenos cambios de ritmo.
El tercer corte, ‘Broken, Beat & Scarred’ es más parecido a la Metallica de los últimos años, lo cual no significa que eso esté mal. En cambio, sí sigo pensando que ‘The Day That Never Comes’ es el descache del disco. Algunos amigos melómanos han sentido que el video le ayuda bastante a transmitir una idea de lo que pretende contar, termina dando una historia que evoca la reflexión. Y en ese sentido, será el sencillo más destacado de la temporada.
La energía vuelve a subir con la apocalíptica ‘All Nightmare Long’ y, luego, lo que hasta ahora me ha parecido de lo más excitante del disco, el corte ‘Cyanide’, que si bien es la vieja fórmula sonora de Metallica, plantea nuevos ingredientes. En gran parte del corte lanzan la guitarra sin distorsiones, limpiecita, y aún así, suena como una canción nueva.
Un gran temor para muchos fanáticos era ‘The Unforgiven III’… ¿El cierre de una trilogía? ¿cómo se oirá eso hoy en día? La voz de Hetfield suena joven, parece un nuevo vocalista en escena, y la canción le responde al esfuerzo. Es un buen corte para pegarle a los públicos más jóvenes, a los nuevos seguidores. Además, es un corte refrescante porque le baja el acalorado ritmo a un disco de gran potencia.
Creo que el instrumental ‘Suicide & Redemption’ es muy bueno. Un amigo me decía que lo sentía demasiado extenso, dura 10 minutos. Es probable que el exceso sea un pecado. Supongo que un tema instrumental tan largo surge de la idea de mostrar que la banda aún conserva la vitalidad. Eso es respetable. Además es un buen espacio para que Trujillo se muestre, siendo este su primer disco.
El cierre, ‘My apocalipse’, me parece otro gran tema. Muy de la onda clásica, celebrando lo que es claro en este álbum: Había que retornar, mirar nuevamente a las raíces. Un grupo puede cometer errores en la vida, en esa exploración musical que debería ser propia de todo artista… listo, a veces se gana y a veces se pierde, ok, un tiempo de espera para volver con nuevos bríos… el resultado: un ataud con un fondo blanco que atravesar para buscar una resurrección… una vagina que marca el nacimiento… el renacimiento, en este caso.
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¿’Tirria’ contra Oasis?
Hace más o menos unos 15 días, Oasis estaba dando un concierto en Toronto. Las cosas iban bien hasta cierto punto en que un asistente saltó al escenario y atacó al guitarrista Noel Gallagher, empujándolo con tanta fuerza que después del concierto tuvieron que llevarlo a una clínica para que lo revisaran. Este es el video:
¿Qué tal? ¿Quién dijo que los canadienses son pacíficos? Ciertamente, Oasis le puso una demanda al tipo por lesiones personales y espera próximamente un juicio.
Suerte y pulso.