El de hoy es un post que parece más una columna de revista Motor: Vamos a hablar de Cadillacs… Reseña de la cinta que probablemente no llegará a Colombia pero que vale la pena revisar. Además, una galería de reproductores de MP3 que parecen extraídos de la mente de Doctor Malito. Y por último, una breve mirada a los dos conciertos recientes: Keane y Fabulosos Cadillacs.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la imagen, Jeffrey Wright como el bluesero Muddy Waters y Adrien Brody como el productor Leonard Chess.

 

Los gadgets más raros para los melómanos: El portal CNET se dio a la tarea de hacer la selección de los 10 reproductores de MP3 más raros y/o feos del mercado. Espero que se deleiten con esta galería de la infamia, que sobrepasa la música y el amor por la tecnología, y puede originar todo un debate entre diseñadores industriales sobre la usabilidad de un aparato que si bien está dotado con todo lo necesario, como conectividad wireless para hacer streaming de podcast o bondades semejantes ¿acaso será inevitable sufrir un calambre al intentar oprimir sus botones?

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La vida sobre un cádillac

 

Perdonen, no les voy a hablar de Fabulosos Cadillacs, la banda argentina. Al menos no en este instante. Sí de fabulosos cádillacs que hicieron parte de la historia de la música que inspiró el rock que tanto nos gusta. Historia que recoge la película ‘Cadillac Records’, de Darnell Martin, que merece un reconocimiento especial de la Academia (supongo que por cronogramas no alcanzó a entrar en los Oscar recientes, aunque el estreno fue en diciembre), especialmente por la actuación de Jeffrey Wright como el legendario Muddy Waters, y Beyoncé Knowles como la maravillosa Etta James.

 

Según me cuentan -en este hermoso país lleno de informantes-, la película no va a llegar a Colombia, aunque no es información confirmada. Por eso, les dejo el trailer promocional, para que se peguen al menos una empapada:

 

 

¿Qué tal pinta? Me confieso culpable: no aguanté la desidia de los teatros de traer esta película y la compré pirata. Como verán, recrea el círculo de músicos del sello Chess Records, levantado por el productor Leonard Chess (Adrien Brody), en el que surgieron las leyendas Muddy Waters (Wright), Howlin Wolf (Eamonn Walker), Willie Dixon (Cedric The Entertainer), Little Walter (Columbus Short), Etta James (Beyoncé) y Chuck Berry (Mos Def). Y a su alrededor aparecen, como satélites, otros grandes personajes: Alan Freed, el primer DJ que utilizó el término ‘rock and roll’ y fue el impulsor de los principales temas en la radio (además de ostentar otro título, la primera payola oficialmente descubierta); los Rolling Stones, que surgen de emular a Waters, y Alan Lomax, el investigador y musicólogo que recorrió Estados Unidos con un micrófono y registró las canciones de trabajo de las comunidades negras y blancas de ese país.

 

La película advierte al principio que se trata de una historia inspirada en hechos reales, como para evitarse problemas. Es decir, no todo es completamente cierto. Sin embargo, es un fiel retrato del movimiento modernista bluesero de los años 40 y 50 que luego inspiró a los rockeros de Reino Unido a hacer lo que hicieron.

 

La historia comienza de manera espectacular: contada por Willie Dixon, que era el gran compositor de éxitos. Él les componía a todos. Luego, aborda los ideales de supervivencia de Waters y Chess, cuyos caminos se encuentran en un bar de música negra. No contaré más detalles, tampoco es que me llame la atención dañarles la película, si es que sí la traen o al menos tienen la posibilidad de verla.

 

Lo que creo que sí se puede contar es que al revisar el encuentro entre estos músicos, en el fondo ‘Cadillac Records’ va recreando ese dilema entre los talentos que parecen poco dóciles pero encuentran en un productor ambicioso la posibilidad de emerger. En esa negociación, cada uno hace sacrificios de vida, de sueños y de ideales, y usualmente se sentirá la espina sobre si ese productor que dice defenderlos tanto se la juega realmente por sus protegidos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la imagen, Mos Def encarnando a Chuck Berry.

 

También cuenta cómo estas figuras del blues solo fueron realmente reconocidas a nivel mundial cuando Reino Unido reconstruyó los pasos que dieron Rolling Stones, Animals y Beatles a través de sus melodías. Si no fuera por ese reconocimiento británico, Waters y amigos probablemente habrían quedado en el olvido de las músicas vernáculas de Estados Unidos. 

 

Debo decir que la cinta encaja muy bien en continuidad con la película acerca de la vida de Ray Charles. Si bien son dos corrientes musicales muy diferentes, ambas pasan por la oficina de Alan Freed, el ‘perro de la noche’, conocido porque aullaba a la luna para llamar al Rock and Roll. Y por supuesto, para quienes vimos ‘Dreamgirls’, el musical de ficción sobre el Motown, ver de nuevo a Beyoncé cantando clásicos es una fascinación, o sino , qué tal este cover de ‘At Last’, original de la verdadera Etta James:

 

 

Esta es la real Etta James, ya entradita en años, en una versión en la que se toma varias libertades con respecto a la original…

 

 

Es que esa canción en particular parece escrita para dejar que las buenas voces se luzcan. Por ejemplo, esta es Cristina Aguilera cantando ‘At Last’, en el año 2003… si alguien cree que esta vieja no tiene voz, hágalo manifiesto en los comentarios a este blog…

 

 

De lujo, ¿no?

 

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De Fabulosos Cadillacs (la banda) y Keane

 

Al salir de cada concierto, oí comentarios interesantes: De Fabulosos, oí «¡este es el mejor concierto que he estado en mi vida!», y de Keane, «wow, superó todas mis expectativas». Del primero, debo decir que me gustó bastante, no soy fanático del grupo, pero fue un interesante show con todas las de la ley para un grupo que vuelve sin tantas pretensiones.

 

Vicentico encantó. Y no tubo que hacer piruetas, de hecho, no las puede hacer, y por eso salió con su bastón. Pero gustó porque conserva el carisma para convocar al público hasta en una oración en la que hizo que todo el mundo se pusiera de rodillas. Y por supuesto, los vientos del grupo y la energía del bajista Flavio Cianciarulo encienden un positivismo entre la gente que es difícil de repetir. Dos horas y más de 30 minutos, eso duró el show de Fabulosos. Si puedo, subiré un video en próximas horas.

 

De Keane, que fue anoche. Hombre, qué puedo decir. Yo también superé mis expectativas. Es una muy buena banda en vivo, con un frontman dedicado como es Tom Chaplin, que demostró estar enamorado de Bogotá y hacer la tarea de hablar en español durante casi medio concierto.

 

En próximas horas pondré material de los dos conciertos. Por favor, arrojen sus impresiones en la caja… en la Caja de Resonancia. Mil gracias.

 

Suerte y pulso.