El show de la banda neoyorquina propone una especie de ‘parábola introspectiva’: Su objetivo es venderle al público la idea de que está viendo a la mejor banda de rock del planeta con el espectáculo más impresionante del planeta. Está concebido para ser así, para llevar esa marca, como el circo y su ‘hombre más alto del mundo’ o el programa de videos que se llama ‘The Most Amazing Videos’… Y eso está bien porque, por fortuna, KISS es espectacularmente convincente y hasta se podría decir que logra la misión.
Cientos de detalles hacen del encuentro con KISS en Bogotá el pasado 11 de abril uno de los más impactantes conciertos de la historia en Bogotá. Tal vez podría entrar en los cinco mejores y más influyentes, haciendo cuentas con una mano.
Pero además, fue el show en nuestra ciudad una rareza dentro de la gira del grupo por una extraña razón: en medio del milimétricamente calculado espectáculo en el que canciones sincronizan con luces, fuegos artificiales y demás efectos, el grupo se dio la libertad de incluir una versión medianamente improvisada de la balada ‘Forever’.
Aparte de la sorpresiva ‘Forever’, el setlist para Bogotá no tuvo cambios con respecto a las demás ciudades en lo corrido de la gira. De hecho, esta inclusión sorpresa me ocasionó un problema, pues como tuve que dictar una crónica del concierto por teléfono antes de las 9:00 p.m., a esa hora todo seguía en normalidad, como en las demás ciudades, y así se fue el periódico a impresión, sin poder contar lo de ‘Forever’. Triste.
¿Quién le habrá metido en la cabeza a Stanley la idea de que ‘Cucurrucucú Paloma’ pudiera ser una pieza colombiana? Igual con ‘Guantanamera’. Pero bueno, el detalle fue bonito. ‘Starchild’ es un tipo que se sabe ganar al respetable con un encanto de frontman difícil de comparar. La comunión entre la imagen de la estrella de rock -al punto del estereotipo-, la excelente estética glam muy bien trabajada, la experiencia para manejar públicos e incluso una tolerable cursilería en la que le está transmitiendo a la gente el mensaje de «los queremos mucho».
El setlist no es propiamente el más comercial de KISS. Si bien la segunda hora del show hizo llorar a todo el mundo, fanáticos y no fanáticos, aquellos que fueron porque se acuerdan que han bailado ‘I Was Made For Loving You’ en alguna discoteca, la primera mitad del concierto está dedicada en esencia a hacer tributo al KISS Alive y al repertorio especializado del grupo. Está planeado para no bajar la nota en ningún minuto (siempre rock, nada baladístico). Por eso, es probable que mucha gente no haya disfrutado plenamente esa hora sino hasta después.
¿Qué tal Tommy Thayer? ¿Puede alguien decir hoy que no es digno miembro de KISS? Resulta ser un impresionante guitarrista de excelente calidad interpretativa.
Todo lo bueno es que pese a la lluvia, en Bogotá todo se concretó: Gene Simmons y Paul Stanley pudieron volar, a diferencia de otros conciertos de la gira en los que estos efectos se vieron a veces truncados por lo difícil de los trucos.
Para quienes no han tenido el chance de ver las fotos de Héctor Fabio Zamora, aquí les dejo el enlace.
En qué se peca nuevamente: Como ocurre en cada concierto en el Parque Simón Bolívar, la gente de la boleta menos cara tiene que ver el concierto a través de una pantalla de video. Por las dimensiones del escenario, la experiencia fue muy diferente para la gente que estaba atrás. Contrario a lo que pude ver en el Monumental de Buenos Aires, donde los papelitos que estallan por los aires en ‘Rock N Roll All Nite’ involucran a todo el público, en Bogotá eso fue exclusivamente para un 30 por ciento del público. Nuestro parque siempre tendrá esos inconvenientes de exclusión.
Por otro lado, fue un claro error la elección de Memento como banda de apertura. No se merecía el trato agresivo del público: creo que la gente aún no entiende que una banda de apertura es un plus que les dan quienes organizan el concierto -claro, es ley-, y que quienes pagaron la boleta iban por KISS y no por Memento. No es necesario destruir algo simplemente porque no nos gusta. El problema es que no es el tipo de banda que debía estar ahí. Se requería un sonido más orientado hacia el público mayor, o por lo menos, un sonido genérico que no tenga identificación exclusiva con la nueva generación. Haber sacado nombres de la lista de bandas que participaron por la apertura de Iron Maiden habría sido una sabia decisión. En Perú, la banda que abrirá será la tradicional Leusemia (escrita así, con S), tan fundamental en la historia del rock peruano como lo es El Tri para México o, en el caso de Colombia, Carbure o hasta Kraken.
La impresionante presencia policial y un plan de cierre un poco más inteligente ayudaron a que no pasara nada. Fue una noche limpia. Claro, la lluvia también habría podido apaciguar cualquier comportamiento extraño de esa pequeña masa de gente que viene pretendiendo entrar gratis a los conciertos. Pero la salida del parque sí fue fatídica: tuvimos que salir por un improvisado camino en el prado que, con el agua, se convirtió en barro. Mala idea.
A continuación, el concierto de Kiss en video, canción por canción, gracias al aporte de Alejandro Cifuentes (blogger de 1up!)
¿Cuáles fueron sus impresiones del concierto? Por favor, compártanlas en la cajita.
Suerte y pulso.