Hoy, una mirada a la banda The Adicts, con pros y contras, claro. Además, el maravilloso Captain Luke, José González, Cucunubá Pop y más. Esta es la Caja de Resonancia, edición 499.
Captain Luke (izquierda) en un toque informal por las calles, probablemente, de Greenvile, Carolina del Sur.
The Adicts vienen a Colombia… ¿quienes son esos tipos?
Es imposible no hacer la comparación del joker de Batman con The Adicts, una banda única en la escena del punk británico que nos visitará el próximo 7 de septiembre. De hecho, alguien ya le había encontrado el símil al guasón de Heath Ledger, quien seguramente vio al cantante Keith ‘Monkey’ Warren como una inspiración. De hecho, puedo estar equivocado, pero creo que uno de los guasones de la serie animada ‘Batman’ -de una de tantas generaciones- es idéntico.
Esta es una banda originaria de Ipswich, en Inglaterra, que se formó en 1975 y adoptó la imagen de los ‘droogos’, la pandilla de Alex en La Naranja Mecánica, pero Warren ha llevado esta máscara desde entonces.
Así se veían The Adicts en 1983 en el Manhattan Club, en el pueblo obrero de Bradford (Reino Unido), donde muchos años antes comenzó la revolución industrial de ese país. Me cuentan que en el ambiente de Bradford impera un aire un tanto lúgubre, en el que durante el día hay muy poco por hacer, pero en la noche los bares se convierten en un escape a veces violento. Si uno mira la historia del nacimiento del punk, tiene mucho sentido que The Adicts fueran a tocar a un lugar así, y fue en Bradford donde grabaron un DVD que es motivo de culto:
The Adicts es claramente punk, pero pertenece a una corriente derivada del punk que se llamó Oi!, que se puede ver como algo mucho más radical que la misma lógica de Sex Pistols o The Clash. Estas bandas pertenecientes al Oi! criticaban la comercialización excesiva que sufrió el punk de las capitales al final de los años 70. Entonces, de las ciudades intermedias como Ipswich, surgían bandas que miraban el punk incluso desde el lado tradicional del folk (un retrato rápido sería un híbrido de los Pistols con los Dubliners, de Irlanda, esos músicos que tenían en una mano el violín y en la otra un jarro de cerveza). A mis manos llegó alguna vez una colección de canciones titulada ‘The Entire History of Punk’, de la que hablé alguna vez en el blog, que tenía muchas bandas como The 4-Skins, Angelic Upstarts, Blitz, The Gonads, The Exploited, etc… pero no había casi Sex Pistols… responde a esa reacción a las bandas consideradas de la movida comercial del punk.
«Oi!» era la forma como saludaban los cantantes al salir al escenario, que proviene de un saludo como decir «Hello!», pero en el ‘parlache’ británico… Como cuando uno no dice «hola» sino «hey!», o como los santandereanos, que decimos «Ole, mano» 😀
Otro video de una presentación en el mismo club. Esto es ‘Dance the tango’:
Así se ven los Adicts hoy. Esta es una presentación en el 2009, con su himno, la canción ‘Viva La Revolution’:
Otro super clásico de The Adicts es ‘Easy Way Out’, en un concierto en Barcelona… no quiero profundizar sobre la letra. Mejor veamos la potencia del show, que tiene todo y sus trucos:
Yo prefiero poner todo este material sobre la mesa, en el blog, porque es chévere reconocer este sonido del punk británico, pero hay que reconocer que Oi! tiene una vinculación fuerte con temas pesados como el racismo y los skinheads. Y Bradford, ese pueblito del que hablábamos, fue víctima de una campaña racista a finales de los años 80 y hasta mediados de esta década, en la que grupos marginales acosaron a, entre otros, estudiantes de muchos países que llegaban allí porque hay varias escuelas universitarias.
No estoy diciendo que The Adicts tenga una relación directa o indirecta con esos hechos. Pero el Oi! tiene algo que ver. Yo espero que esto no signifique algo complejo y estúpido en el concierto que será el 7 de septiembre en el Palacio de los Deportes. Es decir, yo espero que vaya la gente que ama la buena música, no los idiotas que creen que eso tiene que ver con partirle la cresma a alguien.
Dicho eso, si se animan, las boletas están entre 85.000 y 100.000 pesos.
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Sonidos apasionantes
Siempre procuro dedicarle el blog no a los temas coyunturales sino a la música que anda por ahí a veces por fuera del radar de los medios, en los que trabajo. La idea es siempre andar contando qué estamos escuchando, ¿qué andan escuchando ustedes?
Yo ando apegado a un señor que se llama Captain Luke y que canta una manotada de hermosas canciones. Se trata de un bluesman del sur de Estados Unidos, que apareció dentro de la búsqueda que hicieron por esa región los esposos Tim y Denise Duffy, de figuras escondidas en los terrenos de la música tradicional estadounidense. El resultado es una especie de ‘Buena Vista Social Club’ del blues que fue editado en varios discos hacia el año 2005, especialmente en una colección titulada ‘The Last & Lost Blues Survivors’, de la Fundación Music Maker Relief, avalada por gente como Eric Clapton, Taj Mahal, Pete Towshend, Bonnie Raitt y hasta Morgan Freeman.
Esto es algo de Captain Luke junto a Cool John Ferguson, cantando el clásico ‘Rainy Night in Georgia’:
¿Quieren ver algo espectacular? Estos son los consejos poco saludables de Captain Luke, viejo lobo de mar, acerca de cómo cantar con esa voz barítono de la cual es un maestro. Me encanta este video:
Discografía recomendada, distribuida por Harmonia Mundi: ‘Old Black Buck’, del 2007.
Bajo esa misma fundación también está Neil Pattman, otro bluesman impactante:
Otra cosa chévere que me ha llamado la atención en estos días: Aquí, un aparte del documental The Extraordinary Ordinary Life of José González, aquel guitarrista y cantautor sueco, particular creador que nos visitó hace un par de años. Lo estrenan próximamente:
Ha sido una semana apasionante. Más allá de todas las noticias de conciertos, Bogotá tuvo a dos artistas interesantes en presentaciones íntimas y casi sin promoción, que florecieron como algo espontáneo en esta escena en crecimiento: Por un lado, Christina Rosenvinge estuvo en un restaurante en el norte de la ciudad, dando dos noches de música, y por otro, el argentino Gonzalo Aloras se presento en una sala de teatro con su guitarra y sus canciones, entre esas, cantando ‘La balsa’, de Litto Nebbia, que hace parte de su trabajo dedicatorio a las leyendas del rock argentino ‘Superheroes’ [ sitio oficial de ese trabajo ].
Tristemente no pude estar en ninguno de los dos. Me cuentan del de Rosenvinge que fue apasionante para quienes le han seguido la carrera post-Subterráneos y la vieron en este show acústico, pero doloroso al mismo tiempo, pues tocó frente a un buen número de mesas en las que la gente comía y charlaba a todo pulmón acerca de sus vidas, como si no estuvieran frente a un artista que visita por primera vez el país (corrección que me hace Lobitoferoz: estuvo en 1994 en Medellín y Bogotá). De la primera noche, que fue el miércoles, me cuentan que ella tuvo incluso que detener la presentación para pedirle al público que «si desean charlar, por favor, háganlo afuera». Un poco dictatorial, pero necesario. No tengo aún noticias de cómo salió el de anoche: si alguien quiere contar su experiencia Rosenvinge ¡adelante!
Otro cover de Gonzalo Aloras, ‘Superheroes’, original de Charly…
Semana apasionante que continúa, porque mañana sábado es el Festival Cucunubá Pop, a 88 kilómetros de Bogotá. Será la segunda edición de este encuentro de bandas, una quimera que recuerda aquella otra de hacer un festival en la explanada de Woodstock, o la de Indio, California, que lleva por nombre Coachella. Bonita idea de José Gandour.
Y bueno, noticias como la del concierto de Massive Attack merecen un reconocimiento especial. Obviamente, hablaremos más del tema en el futuro.
Aquí, un calendario con los conciertos que recomiendo para seguirles la pista, procurando estar lo más actualizado posible.
Suerte y pulso.