Hoy, unas pistas sobre cómo se fabrica un ‘Despacito’, a partir de la uniformidad escandalosa del público.
Aprovecho para dejarlos con un podcast que comparto en Mixcloud, plataforma a la que pueden suscribirse para esperar nuevas entregas. Es sin ánimo de lucro y los derechos de las canciones son reconocidos a los protectores de derechos por la misma plataforma. Esta es una versión corta (14 minutos), de tres canciones:
Irónicamente, esto surgió anoche y resultó ser una versión corta de un podcast de hace un año, porque repite una canción y dos artistas. Supongo que los tenía entre ceja y ceja. Esta es la versión larga (48 minutos). Disfruten.
Cuando creen que todos los oyentes son uno solo
«Cualquier tonto puede hacer algo complicado. La genialidad es necesaria para hacerlo simple». Le atribuyen esta frase a Woody Guthrie, el músico que con su música inspiró el nacimiento de un Bob Dylan. He oído que le atribuyen una frase similar a Charles Mingus. Steve Jobs pensaba de la misma forma. Y una vez me dijo lo mismo el cantante Juan Carlos Coronel, quien, paradójicamente, presentó hace poco el disco musicalmente más hermoso de toda su carrera (sin ningún éxito en la radio).
¿Qué hace exitoso un sencillo? ¿el acople de unos ganchos? –(hooks, los llaman, y es que si no te enganchan en 30 segundos, se supone que cambias el dial)–, ¿el responder a las lógicas sonoras del momento, la razón de que ahora todos los músicos de pop están saltando al reguetón de una u otra manera?
Sí, estoy hablando de ‘Despacito’. Sí, también de Luis Fonsi. Pero realmente quiero referirme más a la prefabricación de la música y cómo toda termina pareciéndose.
El músico Alvin Schumaat fue un poco más profundo, con una alta dosis de sarcasmo no apta para sensibleros. Esto es ‘Analizando música de mierda: Despacito’:
Este músico no es cualquier aparecido. El líder del Schumaat Trío, una banda con una sólida propuesta musical que representa una verdadera nueva ola del rock nacional (no confundir con un guitarrista homónimo, sí, hay otro), plantea en el video la facilidad y obviedad con la cual se creó el éxito del año. Eso no es un secreto, todos sabemos que fabricar un éxito de verano no requiere física cuántica, pero Schumaat deja en claro que hay unas fórmulas trazadas para «leer» el gusto de un público masivo predecible que rayan en la tontería. Sobre todo porque evidencian la uniformidad de la música que escala a la mayoría de las programaciones radiales.
Al ver su video, recordé de inmediato otro que cada tanto me dan ganas de recordarle a la gente: ‘How to Create a Pop Star’. Fue grabado en el 2005, por lo que la estética es de otra década, pero sigue siendo vigente. Presten atención a lo que pasa aquí: se consiguen a una modelo que no tiene la más mínima experiencia en música, la combinan con un cantautor frustrado al que nadie contrata, graban una canción que el tipo escribe en unos minutos, la balancean con Autotune, hacen una sesión de fotos y un video, y listo:
Este video es un fragmento del documental ‘Before the Music Dies’, que circuló en el 2006, en un momento que ya hablaba de una crisis económica -no creativa, porque creativos hay muchos- de la música. Hoy, los tiempos no son necesariamente muy diferentes. Es urgente mostrar de nuevo este documental completo.
Lo peor es que estos tiempos no prometen cambiar mucho. Por ejemplo, los modelos de payola, o llamémoslo simplemente de promoción de artistas en los medios está saltando ahora a las plataformas digitales como Spotify o Deezer. Así lo cuenta el podcaster Felix Riaño:
No significa que la música real no pueda surgir de momentos de inspiración muy cortos. Stromae creó su mayor éxito a partir de una melodía que no le tomó mucho tiempo concebir. Pero lo que sí deja ese sinsabor es que la clave de los éxitos radiales está en un conductismo absoluto, la repetición de ideas exitosas una y otra vez, la percepción de que el público responde solo a metáforas sobre tetas, culos y penes.
Por todo eso, nada mejor que intentar encontrar el verdadero gusto musical.
SUERTE Y PULSO