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A veces necesitamos olvidarnos de que hay una bomba en un metro de Londres o de que hay una guerra constante en Colombia. Si, creo que a veces es necesario desconectarnos y creer que de verdad hay un mundo bonito en esa masa amorfa que es la realidad. Poner ‘Garden State’ en el radio del carro puede ser un mecanismo, pero cuidado, no llegue al extremo de distraerse porque puede causar un accidente.

Esta banda sonora es perfecta para su película: un retorno a lo más sencillo de la vida, aquello que dejamos atrás para meternos en nuestro «stress» diario. Hay que regresar a lo básico por un momento y recordar olores, sonidos de infancia, el rostro angelical de aquella mujer en jeanes, el prado sin podar, la madera roída por la humedad… etc etc etc.

El disco es una compilación de canciones que conducen a ese estado melancólico. Canciones como ‘Don’t Panic«, de Coldplay, ya rayan en lo ‘dulce’ (como comerse dos merengones). «Such Great Heights», de Iron And Wine es una excelente muestra del nuevo folk. Sin embargo, hay dos canciones excelentes de The Shins: ‘New Slang» y ‘Caring is creapy«, que son más oscuras y que destapan una gran tensión en lo simple: un retrato de los ingredientes depresivos que hay en una vida sencillla.

Hay una pista titulada ‘Lebanese blonde’ de un grupo que considero 1A: Thievery Corporation, lo que le pone el ingrediente Trip-Hop al asunto. Recomendadísima.

Pero el ingrediente más interesante de este álbum es que, junto a las bandas nuevas, rescató a dos grandes del Folk original: Nick Drake (que viene siendo el ‘Jim Morrison’ de las líricas suaves) y Simon and Garfunkel.

‘One of these things first’ es una de las más famosas canciones de Drake, este poeta y fantasioso animal que, como los grandes ídolos, murió joven y víctima de una sobredosis, en este caso, de antidepresivos. Pobre hombre, pero es que hay que entender que hay que recorrer unos pasos escabrosos para examinar el alma y escribir canciones como esta:

 Pude haber sido un marinero, pude haber sido un cocinero / un verdadero amante, pude haber sido un libro / pude haber sido un sello postal, haber sido un reloj / Tan sencillo como un gato, tan quieto como una roca (…) Debí serlo, tenía que serlo, ¿pero cómo?

Me encantó encontrar a Simon and Garfunkel en este disco, con uno de sus éxitos gloriosos: ‘The only living boy in New York’ . Creo que no tengo suficiente sensibilidad para entenderla. Desde los años noventa, toda la sociedad nos vive diciendo que una manifestación de cariño entre dos hombres es gay. Bueno, esta canción se la dedicó Paul Simon a su gran compañero Art Garfunkel en 1970, cuando el segundo se iba a México a casarse y abandonaba su gran proyecto.

La letra es muy clara, pero mucha gente le dio, por años, la connotación de gay. ‘Garden State’ la recupera para mostrar el verdadero sentido: los lazos de amistad que nos duele cortar.

Espero que hayan disfrutado de esta reseña y que al oír este disco sean víctimas de esos sentimientos bonitos que nos da oso demostrar en público, que dizque porque "eso entre varones se ve raro". Les recomiendo la reseña de la película por parte del amigo Patxo. Suerte y pulso.

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