La noche de José González / Los Redondos, en el martillazo de la semana
Tremendo concierto el del guitarrista sueco en el Teatro Colón, el pasado viernes. El sitio no se llenó, pero la gente que estaba le rindió culto. Y hoy, volviendo con la sección de martillazos, dos recomendaciones en torno a lo nuevo que se puede contar de la extinta banda argentina Los Redondos.
Tenía mis reservas en cuanto a González. Había oído algunas de sus canciones de sus dos discos y consideraba que era bueno pero era rimbombante su advertencia en la página web: "José González no es solo ‘Heartbeats’", la canción que lo lanzó a la fama. Además, sus otros éxitos también son covers.
Claro, cuando sonó Heartbeats, la gente saltó de emoción. El hombre la despachó en la primera mitad del concierto. Yo creo que ya debe estar cansado de tocarla una y otra vez. Debe estar cansado del estereotipo que le produjo ese corte.
Pero el tipo brindó un espectáculo que demostró que él sí es mucho más que esa famosa versión de comercial de televisión. Es un tremendo intérprete que logra una atmósfera insólita con tan solo su guitarra.
Lo que hay que decir, y esto puede tener connotaciones positivas o negativas, (yo creo que son positivas) es que la técnica de González es efectista. El show está muy soportado por la amplificación a todo tote de la guitarra, lo que le permite jugar con los bajos y hacer parecer algunos sonidos como secuencias electrónicas.
Antes de comenzar algunas canciones, tomaba la clavija de la sexta cuerda y bajaba el tono a un nivel inusual. Luego, durante la interpretación, lograba sostener ese tono a tal punto que daba la impresión de que tuviera a su lado un teclado o un mezclador. No creo que pudiera tratarse de efectos de consola, pues la guitarra tenía sólo un micrófono. Al terminar la canción, volvía a afinar en el tono convencional, mientras el público se preguntaba de dónde venía todo ese sonido si sólo había un tipo en el escenario.
Sus canciones propias son excelentes. Pero sus covers son los que ganan las mayores simpatías. Por ejemplo, decidió cerrar el concierto con una versión insólita de ‘Love Will Tear Us Apart‘, de Joy Division.
Excelente show. Ojalá los organizadores de toques se sigan dando el lapo de traer a artistas como este, que son punta de lanza en la vanguardia musical contemporánea.
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El martillazo de la semana
Hace rato no publicaba martillazos de la semana. Se trata de discos que estoy escuchando actualmente, a los que les doy dos o tres vueltas y que luego de examinarlos siento que los puedo recomendar.
Hoy recomiendo dos discos que están enlazados históricamente. Uno es ‘Porco Rex’, del Indio Solari (ex vocalista de Los Redondos), y el otro ‘De regreso a Oktubre: Tributo a Los Redondos’, de varios grupos argentinos. Por ende, se trata de una recomendación para seguidores del grupo Los Redondos. Si no conoce a la banda, lo mejor es que antes de escuchar el disco tributo se pegue una investigación por la discografía de la mítica banda argentina.
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‘PORCO REX’ Este es el segundo de los proyectos en solitario de la extraña figura que llevó la rienda de Los Redondos desde los años noventa: Carlos ‘Indio’ Solari, un hombre neurótico que, según relatos de una vieja Rolling Stone Mag (edición Buenos Aires), un día decidió encerrarse en una finca secreta con una escopeta y tres perros bravos para que nadie lo perturbara. Pocas esperanzas había de volver a escuchar algo de Los Redondos, muy popular en Argentina (ha dado conciertos ante 140.000 personas) y casi que completamente desconocida fuera del cono sur, que además tuvo que enfrentar innumerables problemas debido a que en algunos de sus conciertos el público terminaba armando tremendas garroteras. ‘El tesoro de los inocentes’, en el 2004, y ahora Porco Rex, de finales del año pasado, han sido un alivio para los fanáticos de Los Redondos que vieron la última producción del grupo en el 2000. Se trata de la nueva banda de Solari, llamada Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado (¿?) Por fortuna, el guitarrista Skay Beilinson le ha prestado alguna ayuda y uno siente que es como tener a la gran parte intelectual del grupo aún reunida. Beilinson también tiene tres álbumes en solitario, en los que en algunas canciones aparece Solari. ‘Porco Rex’, posiblemente inspirado en el cómic Porco Rosso (la imagen de la izquierda), tiene 13 cortes. Algunos solos son tan parecidos a los de los últimos discos de Los Redondos que uno se pregunta si no se han querido despegar de la fórmula. Las letras siguen siendo tan insólitas y provocadoras como antes: ‘Por qué será que no me quiere Dios’, ‘Veneno paciente’, ‘Sopa de lágrimas para el pibe delete’, son títulos de sus canciones. En algunos casos, la inclusión del elemento orquesta resulta un poco extraño. Sea como sea, es un buen disco para coleccionistas del rock argentino. Les dejo un muestra de la canción ‘Las Ramas Desnudas’:
Y esta es una vieja rueda de prensa en la que Los Redondos explican por qué tuvieron que suspender uno de sus conciertos… una personalidad particular la de Solari:
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‘DE REGRESO A OKTUBRE: TRIBUTO A LOS REDONDOS’ Este es un álbum conformado por versiones de canciones de Los Redondos, en manos de grupos muy jóvenes de la escena rock de Argentina, una estrategia que ya tenía un precedente muy parecido con un tributo que otras bandas similares le hicieron a la agrupación Virus, titulado ‘Todo lo que encuentro’. El título de este disco proviene del éxito de mediados de los ochenta de Los Redondos titulado ‘Fuegos de Oktubre’. En esta ocasión, ese tema lo interpreta un grupo bastante pop llamado Ideal. Otras versiones conservan la dinamita del grupo de Solari: la versión de Semen Up por Don Lunfardo y el señor Otario es bastante particular y violenta. Otros grupos que participan en este tributo son Tranquilo Enano, Villelisa, Crema del Cielo, Encías Sangrantes, Fernanda López, Monstruo!, Sr. Tomate y Hernan Heguiabere. Hay una versión reggae de Motor psico en manos del grupo Negusa Negast, bastante chévere. Lo de Encías Sangrantes es horrible. El caso de Fernanda López Camelo es insólito, pues interpreta ‘Divina TV Fuhrer’ en una versión muy lenta y pausada, casi rosa, de una canción que en su forma original es muy oscura, sarcástica y violenta. Hay que tener estómago para oírla. Al parecer, el disco tiene el objetivo de lanzar las carreras de algunos músicos como López Camelo, que según entiendo, era una actriz de teatro. En resumen, algunas versiones son verdaderas masacres de los clásicos de Los Redondos, pero otras aportan con algo interesante al mundillo de los covers insólitos de colección para melómanos y fanáticos de la superbanda argentina. |
Suerte y pulso.
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