La vida al estilo Electric Light Orchestra / Da Vinci: ¿Tatarabuelo de Nine Inch Nails?
Relaciones entre inventores: Da Vinci y Reznor. Además, revisión a una mítica banda de los años setenta que ayuda a aliviar el alma de los afanes de estos tiempos.
Electric Light Orchestra en 1970. En el centro, Jeff Lynne.
Qué tiene que ver el inventor Leonardo Da Vinci con Nine Inch Nails
Sin ánimo de hacer una apología a la exposición que ha tenido lugar por estos días en Bogotá de las ideas de Leonardo Da Vinci (he escuchado comentarios de gente que dice que por 20.000 pesos -valor de la boleta-, no ver una pieza original es terrible), me llamó la atención particularmente una máquina que se encuentra en el salón de la música. Básicamente, la música no era su faceta más creativa, pero sí hizo sus exploraciones. Me refiero a este armatroste cuyo objetivo, según los expertos, era crear una marcha que conduciría a los soldados al combate. Su redoble de tambores, según una secuencia rítmica determinada, marcaría el paso frente al enemigo:
Se trata de un tambor de dos caras, sobre las que golpean 10 brazos articulados -5 a cada lado-, según la orden que le dan los dos barriles perforados posteriores, que se podían cambiar según el «ritmo» que tuviera la marcha. Entre más perforaciones, la secuencia sería más dinámica… ¿Será este el primer ‘loop’ de la historia?
Este es el boceto que Da Vinci dejó en sus papeles. Por supuesto, ya no se necesitaría un percusionista sino un tipo con mucho aguante para arrastrar esta carretilla por las colinas. Pobre hombre.
Por supuesto, la historia del drum beat y de la automatización de percusiones es larga y no significa esto que se le deba atribuir a Da Vinci. Alguna gente apunta a que precisamente la genialidad de Da Vinci fue sólo un montón de anotaciones en papeles y que no tuvo una verdadera incidencia directa.
Pero lo que propuso Da Vinci en esta máquina puede ser el principio de la famosa cajita musical, que conocemos desde que éramos niños. En este caso, se trata de una automatización mecánica que funciona dándole cuerda.
Qué alocado espíritu regía a Da Vinci, cómo funcionará esa fábrica de la invención. La búsqueda de la emulación de los principios de Da Vinci ha dado pie para prototipos (supongo, aún no llevados a ejecución) como esta curiosa simulación digital que propone la casa de animación Animusic, en los que los instrumentos se interpreten solos:
Algo muy de la onda del ya históricamente célebre Rockit, de Herbie Hancock, que recrea esa sensación animatrónica de música que no necesita humanos…
Si nos ponemos a mirar los loops de hoy, esta es una herramienta que ha logrado sincretizar todo el asunto de las percusiones en loop: el Akai MPC500, un productor de beats musicales portátil, muy utilizado para mezclas en vivo de drum n’ bass.
Aplicado hoy en día el mismo principio de la percusión automatizada de Da Vinci, este es el Echoplex Drum Machine, que se usó como introducción de ‘Lights In The Sky’, de Nine Inch Nails, en vivo en su gira de 2008 (algo de lo que nos perdimos). Qué estamos viendo, si no es el mismo barril perforado:
Qué cosa loca…
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Ver la vida con los ojos de ELO
Como saben quienes siguen el blog, he estado ausente por dos semanas, y venía de otro periodo de lejanía. Siento que han sido temporadas frías en las que el trabajo me ha robado la oportunidad de estar acá. También han sido semanas necesarias para reencontrarme.
En estos días he vuelto a escuchar a la banda indie con influencias del progresivo Black Mountain. Qué buen sonido. Pero también estoy apegadísimo a un disco que compré de una mítica agrupación de los setenta que suele ser despreciada por su relación con la música disco. Se trata de Electric Light Orchestra.
A este grupo liderado por Jeff Lynne lo conozco desde hace mucho. Pero había explorado más seriamente sus primeros años, en los que la banda estaba más ligada al art-rock, a una de esas ramas del rock progresivo. En ese entonces estaban otros dos personajes, Bev Bevan y Roy Wood. Los tres tenían, en un comienzo, una pretensión más artística, con más instrumentos orquestales como el oboe y el clarinete, además del violín y el cello. Esto era lo que hacían en esos primeros años, de 1970 a 1973:
Esta canción, ‘Showdown’, tuvo un pequeño nuevo momento de gloria a comienzos de este siglo, cuando hizo parte de la banda sonora de la exótica película ‘Kingpin’, con Woody Harrelson y Bill Murray. Aquí la graciosa escena. Otra canción famosa de aquella buena época es ‘Ma-Ma-Ma-Belle’:
Este es un excelente playlist del primer disco, titulado ‘On The Third Day’, en el que cantó incluso Marc Bolan (T-Rex):
Pero aunque muchos grupos se la jugaron por la experimentación, algunas bandas de esa movida dieron giros hacia lo comercial en la segunda mitad de los setenta, y en ELO el asunto llevó a una diferencia entre los miembros. Roy Wood (que no hay que confundir con Ron Wood, de los Rolling Stones), quería ser más experimental, mientras que Lynne miraba hacia lo comercial, hacia un sonido que tuviera impacto en un público más amplio. La discusión llevó a Wood a salir del grupo. Es importante recordar que Lynne es un famoso productor musical, exitoso llevando las riendas de discos de George Harrison, Tom Petty y Roy Orbison. También, que fue miembro de los Travelling Wildburys.
Y de ahí, el giro de ELO a la música disco, que los amantes del rock progresivo solemos despreciar.
Pero en estos días empecé a explorar su otra música, la de esa faceta a la que le había hecho el feo por mucho tiempo. De esa segunda etapa son canciones como ‘Rockarial’, ‘Mr.Blue Sky’ y ‘All Over The World’, entre otras:
¿Qué tal?
En esa etapa parece que hay presentes muchos elementos de los Beach Boys y de los mismos Beatles. Pero por sobre todas las cosas, parece que impera una mirada mucho más relajada, menos formal de la música. Sin duda, canciones ligeras. Eso se puede ver de muchas formas.
Y, por favor, qué más disco que la canción ‘Shine a Little Love’:
A mí, en estos días de tanto estrés, me ha servido como una especie de píldora barbitúrica de 5.000 gramos, o un bálsamo. La música de ELO, en su etapa más comercial, me transmite una sensación de vida ligera, de cero preocupaciones, de una época en la que la idea de fiesta y de rumba se hicieron por primera vez un elemento indispensable en la vida. Como qué importa la política y la economía, si podemos rumbear hasta el otro día.
Me puse a pensar por qué Lynne dio este giro tan radical a una banda que prometía ser una bomba en el rock progresivo. Y entendí que fue un adelantado a su momento: el progresivo vería hacia 1977 que el público no le sería nada fiel, y muchos saltaron del barco. Para ese instante, ELO ya era fundamental en el mundo de la música disco.
Cursi, mundano, barato. ELO puede ser todo eso. Pero lo hizo muy bien, a tal punto que hoy suena como una reminiscencia de aquellos buenos días en los que no había tanta preocupación. Va a otro ritmo… tal vez a un ritmo que es necesario rescatar.
Discos recomendados: ‘All Over The World, The Very Best of’, que recoge los años disco; ‘Early ELO’, que recoge lo producido entre 1971 y 1973.
Suerte y pulso, amigos.
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