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La dura situación que ha vivido Guido Mosquera ha sido de paso una muestra de cómo asumir con grandeza una situación de adversidad y de cómo si el universo del baloncesto nacional puede trabajar unido en un propósito en común, que para este caso fue el de un grande de nuestra pelota naranja.
Por eso, debemos aplaudir con fuerza y emoción que este jugador mundialista por el país en 1982 pueda tener una oportunidad y que como grande que es sea un ejemplo de no dejarse derrotar. Nunca rendirse. A pesar de que se le tuvo que amputar una pierna para evitar un daño peor en su salud, ahora vive una nueva ilusión.
Esta imagen de un ganador de regreso al ruedo debe recibirse con toda la felicidad del caso. Si bien ya lleva un par de semanas corriendo por las redes sociales, vale la pena compartirla ahora y por mucho tiempo para que aprendamos que nuestros grandes jugadores son muestra de carácter incluso fuera de la cancha.
Los grandes del básquet colombiano son capaces de dar ejemplo desde su adversidad. Guido Mosquera es muestra de eso.
Eso nos hace Campeones del pueblo.
Bienvenido a esta comunidad de Campeones del pueblo.
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