El basket y el deporte colombiano debe entender que para perder contra los grandes se debe estar en los grandes escenarios. Esa es la primera conclusión que debemos llevarnos luego de la derrota 91-33 de Estados Unidos contra las nuestras. Sí, es un resultado aplastante pero también debemos tener en cuenta que fue nuestro segundo partido contra ese país en cualquier categoría en toda la historia.

Antes dije y ahora sostengo que la tradición de ambos países en el basket dista demasiado y eso de seguro es una ventaja en la actualidad con la que tenemos que remar a punta de trabajo, procesos, credibilidad, inversión y ante todo mucho apoyo de parte de todos para crecer juntos. Esto no saldrá adelante por un esfuerzo solitario o por un éxito momentáneo. De hecho, muchos de los que ahora son directivos morirán sin ver el nivel que nos merecemos, pero de su generosidad depende que haya un real avance a futuro.

El primer cuarto contra Estados Unidos fue una baldado de agua fría con un 32 contra 4 que desalienta a cualquiera, pero la fuerza en el segundo cuarto fue una muestra de orgullo propio que merece ser aplaudido de pie: allí ganamos 15 a 14, para poner el juego 46-19 al descanso- El resto fue una muestra de fuerza de un rival del que se aprendió, pero con jugadoras como Daniela González y Hamilleth Ulloa dando muestras de talento. Ahora quedan Puerto Rico y México, otros dos grandes a los que hay que ponerle cara.

Este es un Premundial Sub-16 femenino y es un evento al que llegaron las mejores jugadores de su categoría. De acá nacen las que a futuro serán las que de pronto nos lleven a unos Juegos Olímpicos o un Mundial. Por eso, estas derrotas generan orgullo, sirven de aprendizaje y son un peldaño más para el sueño.

Vale la pena soñar y creer en el equipo femenino Sub-16 porque Colombia es Basket. Por eso los invito a que se unan en Facebook a https://www.facebook.com/ColombiaEsBasket y hacer parte del mismo equipo y sigan los resultados.

Acá pueden revivir el partido: