El paso de Cimarrones a la final contra Academia, injusto en la cancha, es una bofetada y lección a quienes faltan al profesionalismo. La Liga de Baloncesto Colombiana vivió su gran momento, pero desafortunadamente no fue en el maderamen, sino con un duro golpe de cómo nos falta crecer desde la parte directiva, más en una de las instituciones que hasta el momento había demostrado más seriedad. Una lástima pero un excelente precedente para el futuro. El equipo de Chocó clasificó a la final por una demanda justa en la que bien se aplicó la ley. Mensaje para el deporte en sí mismo.
Hace unos años, cuando el propio Cimarrones llevó una demanda a la justicia ordinaria y eso le terminó generando la suspensión del torneo, quedó en evidencia que el baloncesto colombiano estaba muy crudo, más porque las normas y reglas son claras y en el deporte más que en cualquier otro escenario se deben cumplir. Pues que bueno que haya sido el propio equipo de Chocó el que haya apelado a ese reglamento para recordarnos que el profesionalismo debe venir desde los directivos que aseguren a presencia de los extranjeros que están inscritos. Este es un mensaje que deben tener muy en cuenta todos los que tengan a su cargo a instituciones. Un ejemplo doloroso que debe servir de recuerdo.
En la cancha, es una vergüenza: es válido que Cimarrones haya ido a defender en el escritorio lo que es suyo, pero es lamentable que no lo hayan podido hacer los jugadores en la competencia. Ese punto resulta molesto para el espectáculo, pero queda claro que de hecho el torneo estaba más que decidido entre tres: el equipo de Medellín o el de Chocó contra el Fastbreak del Valle, que de entrada tiene ahora más que antes pinta de campeón. No lo digo porque sí, lo dije desde que comenzó el torneo al ver las nóminas de los equipos.
Esperemos que este triunfo lleno de tinta llene de energía la sangre de los Cimarrones para que pasemos esta vergonzosa valga aún más la pena esta situación, en la que ganaron porque Academia no tuvo a dos extranjeros durante dos partidos. Que los jugadores, que bien talentosos son, den un buen combate deportivo contra un quinteto del Valle que ha sido poderoso. Que al menos en medio de la vergüenza de lo sucedido en la liga nos llevemos un buen recuerdo con la final, pues al menos sí es cierto nos hemos llevado un ejemplo para futuras generaciones: la ley es para cumplirla.
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