Juan, ¿cómo amanece?
Bien, don Bruno. Hoy es luna nueva.
Sí, Juan, así es.
Veamos, don Bruno, qué tiempo nos hace cuando salga la luna.
¿Será, Juan, que la creciente nos traerá sol o agua? Voy a ir a ver el cerco nuevo que hizo en el filo.
Quedo muy fino, don Bruno.
No lo dudo, Juan, si usted lo hizo.
Me acompaña y vamos avanzando con el «Debate Colombia».
Claro que si, don Bruno.
Pues, Juan, como siempre, veo que estamos sobre el mismo camino con todo esto, y aquí le traigo otra cosa impresa que estoy seguro que lo va a hacer irse de espaldas.
Se lo voy a leer.
Es el esquema de un sistema y estructura política diseñados para Colombia y sus idiosincrasias particulares, único como tal en el mundo, y original para Colombia.
Oiga pues, Juan…
El «árbol patria»- el poder político Colombiano tiene que ser la savia que nutre y mantiene saludable y florecido y fructífero al «árbol patria colombiano». Debe subir su savia desde sus raíces más lejanas y dispersas por su sólido tronco para salir por sus ramas gruesas y seguir por sus ramas menores para llegar a sus hojas que le producen su energía y a sus flores que son sus triunfos y a sus frutas que son su bienestar.
Qué lindo, don Bruno, y qué cierto.
Y vea en lo que se traduce, Juan…
El poder político colombiano tiene que subir desde abajo hacia arriba y no bajar desde arriba hasta abajo como ha sido siempre y que nunca ha funcionado, ni funciona ahora ni para la democracia ni para la gobernabilidad.
Si, don Bruno, así tiene que ser y así es.
Y Juan…
Las gentes comunes:
El poder político colombiano tiene que estar con sus gentes comunes porque solo así serán exigibles las personas comunes que son designados por las gentes comunes para tener el poder político de administrar los asuntos comunes a todo Colombia e igualmente serán juzgados y aplaudidos o sancionados por las gentes comunes que eligieron a esas personas comunes para ejercer el poder político colombiano.
Eh avemaría, don Bruno, qué sobrado.
Don Bruno, le juro que el pueblo está harto de ser engañado con populismo y polarización.
“Con razón el pueblo colombiano está tan descontento”
Don Bruno, le digo que ya están aprendiendo las gentes comunes a gobernar, y gracias al crecimiento general del conocimiento y el internet, están suficientemente informados y conscientes de sus propias situaciones frente a la situación del país y del mundo que habitan.
Eso es lo que de verdad se necesita que sea entendido, don Bruno.
Entre la gente común, don Bruno, tiene que estar el futuro de Colombia como prioridad porque el país es de su gente, y las personas de a pie hoy en día saben por dónde corre el rio, y ya son capaces y suficientemente instruidos para lograr ellos mismos un país bueno.
¡Bravo, Juan! Sí señor – ¡Así es!
Invertir el poder político colombiano
Juan, desde su nacimiento como república democrática, el poder político colombiano se ha impuesto desde arriba hacia abajo, las consecuencias de ello es que han mantenido a Colombia en guerra civil o estados latentes de ello, con el atraso del progreso, bienestar y formación definitiva de Colombia, como la nación civilizada que su ciudadanos merecen.
Bien lo merecen, don Bruno.
Para su gran decepción, Juan, al mismo Bolívar le toco imponer su poder militar como poder político ante el egocentrismo de los de arriba de aquel entonces.
Para que vea, don Bruno. Y ese egocentrismo está presente entre los políticos, gobernantes y empresarios más ahora que nunca
Juan…¿Sabe cómo funciona el poder político colombiano actualmente?
Se lo voy a decir, Juan…
Personas de arriba con recursos y propaganda y promesas se apoderan de la política colombiana e imponen su poder hacia abajo hasta llegar a las extremidades más remotas.
Así es, don Bruno.
Patrocinan la elección del congreso en sus representantes y senadores que pueden ser personas cualquieras, poco o nada conocidos personalmente por sus electores.
Don Bruno, no conozco ninguno de ellos y que yo sepa ninguno me representa a mí en particular y no tengo ni idea como llegaron allá.
Yo tampoco, Juan. Y una vez llegan allí, se quedan para siempre.
Patrocinan la elección de alcaldes y gobernadores, patrocinan las elecciones de concejales y de diputados. Todas ellas, personas desconocidas por sus electores.
Y, luego de haber patrocinado a toda la representación política de Colombia, los muy pocos de arriba que impulsan el poder, ya no pueden asegurar que sus patrocinados ejerzan dignamente y efectivamente, y poco o nada les interesa. Lo que les interesa es tener el respaldo político de sus patrocinados, ya en oficio, para consolidar aún más sus propios ya exagerados y exclusivos poderes políticos.
¡Por eso no funciona la democracia en Colombia!
Con razón el pueblo colombiano está tan descontento
Juan, ¿cuál democracia si todo está manipulado y controlado por unos pocos desde arriba a través de personas que no pertenecen ni representan directamente a los lugares por las que se supone son nombrados?
Dio directamente en el blanco con eso, don Bruno.
Hasta ahí por hoy, Juan. Su cerco es una obra de arte, maestro.
Gracias, don Bruno, y mire esa vista desde acá en el filo.
Los Andes colombianos, Juan, lo llenan a uno de fervor de vida.
Y nos inspiran también don Bruno. Mire lo bien que vamos con nuestro Debate Colombiano.
Mañana tendremos más inspiraciones. Hablaremos sobre cómo debería funcionar el poder político colombiano.