Juan, el paso evolucionario definitivo de la creación de riqueza del hombre del que hablaremos hoy no lo percibí porque el hombre esté ante una nueva amenaza de extinción, esta vez debido al calentamiento global que el hombre mismo se trajo encima por las consecuencias de su creación de riqueza. No, a lo que me refiero es al paso evolucionario definitivo que la creación de riqueza del hombre tiene que tomar ya mismo si quiere alcanzar bienestar y paz general, equilibrados y duraderos entre los seres humanos, para lo cual, obviamente, ese paso evolucionario tiene que llevar la creación de riqueza del hombre a estar en armonía perpetua con la naturaleza terrestre.

El capitalismo, que es la manera actual del desenvolver de la ley de la creación de riqueza, tiene que cambiar, tiene que evolucionar, y cuanto antes, como única esperanza para el bien inmediato de la humanidad, pero mucho más importante aun, para su propia supervivencia.

La creación de riqueza tiene que tomar su próximo y definitivo cambio o paso evolucionario. Tomar ese paso está en manos del hombre, porque el hombre, al haber logrado inteligencia divina, se ha hecho responsable de su propia evolución y de la evolución de su hogar, el planeta tierra, y de la evolución de la creación misma.

El capitalismo de hoy tiene que tomar ya mismo su próximo y definitivo paso evolucionario y encargarse de todo lo que depende su rentabilidad. Ineludiblemente, en primer lugar en términos de urgencia e importancia, por depender de ello, no solo su rentabilidad sino su propia continuada prosperidad y su misma supervivencia, está la restauración y conservación continuada de su medio operativo, o sea, del planeta tierra.

Pero, para lograr la restauración y continuada salud del planeta tierra, mientras se están tomando las primeras medidas para ello, la creación de riqueza humana tiene que llevar a todos los hombres a un nivel de vida cómodo, seguro y digno.

Con un alto nivel general de vida humana, junto con la educación, conocimiento, entendimiento y cultura que esto traería, se superarían las diferencias, tensiones y odios entre los hombres de la tierra y habría paz y cooperación mundial, sin las cuales nada va a ser posible para el hombre como un todo.

Entonces, para que el capitalismo tome el siguiente y definitivo paso en la evolución de la creación de riqueza humana, el capitalismo, conjuntamente con la restauración de la naturaleza terrestre, y como medio para garantizar ello mismo, debe encargarse de todo lo demás de que depende su actual y continuada prosperidad, no solo en lo fisco, como infraestructura, energía comunicaciones etc., sino también, más importante aún, en lo humano, en mejorar el nivel de vida del hombre para crear una base consumidora cada vez de mayor capacidad de compra,

Con la mejoría del nivel de vida humano, como meta del capitalismo la población humana se estabilizará y podrá bajar, si fuese necesario, para reducir el consumo y daño del planeta.

Y, si el capitalismo se encarga de todo lo que depende su rentabilidad, el estado se liberará de ello y podrá reducirse a su tamaño y costo mínimo necesarios, y así el nivel de impuestos se rebajaría drásticamente, y, entre esas dos cosas, habrá mucho más dinero en circulación para mucha mayor inversión y creación de riqueza.

Para que haya “bienestarismo”, para darle nombre a la definitiva evolución de la creación de riqueza humana, el capitalismo tiene que llevar la manufactura de sus bienes de consumo a sus máximos topes de calidad y durabilidad, de tal manera que el consumo de los recursos de la tierra se reduzca a su mínimo, y además así hacer que el reciclaje de esos recursos sea aprovechado a su máximo, para así llegar rápidamente a una economía “de requinta” de recursos, solo para faltantes de lo reciclado, y que esa requinta sea cada vez menor, utilizando la ciencia y tecnología.

Al asumir el capitalismo la responsabilidad y el costo de todo lo que depende su rentabilidad, se impondría el incremento en la eficiencia del sector privado versus el sector público, y así un menor costo apreciable de infraestructura, energía, comunicaciones, etc. Y, proveyendo el capitalismo educación y salud, recreo y cultura universal de alta calidad y bajo costo, sumado a la rebaja de impuestos por la reducción del tamaño del estado, y con la alta calidad y durabilidad de los bienes de consumo, el precio de producción bajaría enormemente relativo a ingresos. Y, si el costo de consumo baja, también lo hará el costo de los servicios. Y, el nivel de vida y la calidad de vida humana subirá hasta llegar a que todo ser humano viva cómodamente y dignamente.

Para todo ello, el mayor y más urgente hecho innegable es que el capitalismo mundial tiene ahora que obrar como un solo aparato para garantizar no solo su continuado progreso y prosperidad sino su propia supervivencia.

Como un todo, el capitalismo debe encargarse cuanto antes de parar el daño ambiental que ese mismo capitalismo está causando, y renovar y conservar el entorno del planeta tierra, pues, si no lo hace, el capitalismo, como todo lo demás humano, se va a reducir a sus mínimas proporciones o desaparecer.

La verdad es que, ante las devastadoras consecuencias del calentamiento global, el mundo político nunca va a poder ponerse de acuerdo y obrar unido decisiva y oportunamente para evitarlo. Y oportunamente quiere decir ya.

Pero el capitalismo globalmente puede operar como si fuese un todo, bajo el mando de directivos con los mismos fines, y por lo tanto el capitalismo puede obrar en conjunto y como un solo aparato inmediatamente.

Y el capitalismo tiene empresas gigantescas con recursos enormes dirigidas por personas de altísima influencia y capacidad de logro, y a esas empresas y personas deberán asumir el liderazgo de llevar el capitalismo hacia lo que hemos llamado el “bienestarismo”.

La supervivencia del hombre y la conservación del progreso humano logrado a través de los siglos está en manos del capitalismo, tal como lo está la supervivencia del mismo capitalismo.

Juan, le puse el nombre de “bienestarismo” al estado socio-económico a que llevaría el paso evolucionario definitivo de la creación de riqueza humana que reemplazaría el capitalismo.

Me parece excelente el nombre de bienestarismo, don Bruno, porque el nombre capitalismo ha creado mucho mal ambiente a su alrededor en toda la tierra, por lo rapaz y hambriento y desapegado que ha sido frente al bienestar social.

Pues, Juan, hay que darle su merecido al capitalismo porque la verdad es que el capitalismo ha traído al hombre, en muy poco tiempo, a su actual situación de lujo sin precedentes, y eso es porque el capitalismo enriquece no solo a los capitalistas sino a todos los hombres.

El capitalismo es la muestra más diciente, hasta ahora, de que la creación de riqueza, al ser una ley de la naturaleza, por y para el hombre, llevaría a todos los hombres a un estado de riqueza personal sin límites, si los recursos de la tierra lo permitiesen.

Pero es muy válido lo que dices, Juan, sobre la mala fama general del capitalismo. Por eso, el nombre “bienestarismo” para la forma de creación de riqueza que reemplazaría al capitalismo, es muy apropiado, porque la verdad es que el “bienestarismo” sí llevaría a la raza humana a su siempre anhelado estado de bienestar y buena voluntad entre los hombres.

¿Cómo le pareció todo eso del bienestarismo, Juan?

Me pareció, don Bruno, que si no se hace todo eso lo antes posible, todo se va a ir a pique y todos estaremos fritos.

Sí, Juan, literalmente estaremos fritos por el calentamiento global.

Ay ojala, don Bruno, habiendo una solución tan buena, tan acorde con la naturaleza en general y con la ley de la naturaleza de la creación de riqueza del hombre y, a la vez, con la disparidad política entre los hombres, pero, sobre todo, tan acorde con la misma evolución natural, que se logre llevar a cabo a tiempo.

No queda mucho tiempo, Juan.

Bueno, Juan, mañana vamos a hablar de la ley de la naturaleza y la forma de gobernar del hombre.

Buenísimo, don Bruno.