¿Qué he aprendido de toda esta experiencia única llamada pandemia a causa del covid? Esta es una pregunta fundamental con la que podrías iniciar el 2021 si quieres entenderte a ti mismo y abrir nuevos caminos en tu existir, porque estamos en un momento único de la humanidad el cual nos posibilita observar cosas esenciales que antes estaban escondidas por la naturalidad del quehacer diario, y por los deseos ilusorios de encontrar seguridad en el paso por una vida que siempre será insegura.

Si paras un momento, respiras y empiezas a observarte con consciencia, te darás cuenta de nuevas enseñanzas esenciales, como por ejemplo que la salud lo es todo, y antes perdías tu salud para ganar dinero y luego perdías tu dinero ganado para recuperar tu salud; o que las posesiones materiales y el prestigio no te definen como ser humano, ya que cuando te encierran y no las puedes usar todo tu mundo se viene al suelo y la desesperación te invade; también que todos somos iguales ante los ojos de la existencia, puedes ser el hombre o la mujer más importante del mundo y la existencia te puede elegir fácilmente para abandonarla antes de lo que creías y mucho antes que quienes pensabas estaban por debajo tuyo. Y lo más importante: que esta vida es muy corta, es solo un soplo sagrado en el viento universal y sólo merece ser vivida en totalidad, disfrutando el amarnos y amar a todos en nuestro alrededor, porque no sabemos en qué momento nos la van a arrebatar.

¿Por qué antes no podíamos darnos cuenta de estas cosas tan esenciales y lógicas? Pareciera como si el ser humano siempre necesitara un duro golpe para aprender y rectificar, pero la verdad es que al hombre le fue dado el intelecto y el corazón para poder evolucionar sin sufrir. Pero a partir del Renacimiento y la Revolución Industrial nos dejamos dominar exclusivamente por el intelecto y todo lo demás desapareció. Dividimos nuestra esencia, y la mente, el intelecto y la razón empezaron a dominar exclusivamente nuestra vida, sin siquiera saber ni aprender nunca qué es la mente y cómo funciona.

Solitaria, nuestra mente e intelecto tienen piernas para caminar lejos pero son ciegos. Su naturaleza es la dualidad, todo lo dividen. Por eso habla de manera separada sobre lo bueno y lo malo, la luz y la oscuridad, el frío y el calor, los ricos y pobres, personas de izquierda y de derecha. Por esto es que el método científico se basa en subdividir todo para encontrar la verdad. Por ello es que la humanidad continúa avanzando en términos económicos y tecnológicos, pero seguimos divididos matándonos entre nosotros, porque falta encontrar sentidos de guianza más profundos que la grandeza mental egocéntrica. En cambio, el corazón no tiene piernas, permanece donde está, latiendo, esperando, pero tiene ojos para observar a través del sentir. Por eso el corazón escucha, confía, ama y siempre guía hacia el bien. Una persona conectada armoniosamente con el corazón no puede herir a otra y solo comparte tranquilidad. Y una persona consciente se da cuenta que ya es momento de liberarnos del dominio exclusivo de la mente para evolucionar en una nueva clase de ser humano, porque cuando el hacer del intelecto y la mente se pone al servicio del sentir del corazón, una total transformación de energía interior ocurre, y de esta simbiosis nace la sabiduría.

Una vez tú como ser humano aprendas la sincronía entre la guianza a través del latido del corazón y el trabajo a través de la mente y el intelecto, tendrás la llave secreta en tus manos, la llave que abre las puertas de la existencia y de la sabiduría. Y una persona sabia puede sanarse y no irá por la vida hiriéndose a sí misma y a las demás, podrá soltar todo aquello que la aprisiona y empezará a cultivar todo aquello que le trae alegría y tranquilidad. Y luego, naturalmente, una persona sabia empezará a manifestar su nueva armonía personal al mundo desde todas las dimensiones en las que se desenvuelve, desde sus relaciones de pareja, familia y amigos, desde su trabajo, desde sus pasiones, desde su religión, desde su política, desde su economía. Una persona sabia y consciente primero evolucionará su humanidad personal hacia la armonía y luego ayudará a evolucionar armoniosamente la humanidad colectiva desde la libertad. Y no se trata de desechar alguno de los dos lados, como hacen bien sea los hippies con el capital o los capitalistas con el corazón; se trata simplemente de unirlos dándoles un nuevo orden, en donde el corazón guía, la mente hace y se disfruta en una nueva armonía existencial. Puedes llamarlo ‘Hippiecalismo’ si quieres.