La industria del software en Colombia tiene el potencial para convertirse en un sector económico importante para el país, que supla una parte considerable de la demanda interna, conquiste mercados en el exterior y ayude a consolidar el tan necesario crecimiento del producto interno bruto. A su vez, es un sector que ayuda a los demás sectores de la economía a ser más eficientes y organizados, brindándoles soporte, agilizando sus procesos, facilitando sus comunicaciones y reduciendo sus costos de operación. 

Sin embargo, para hacer realidad ese potencial, debe competir con productores de clase de mundial como la India, Irlanda, China y Singapur, y a nivel regional con Brasil, Chile, Costa Rica, México, Uruguay y Ecuador, que han tomado cierta ventaja en esta carrera contra el tiempo y contra los demás países.


¿Qué han hecho estos otros países de la región, que les ha permitido avanzar a un paso más rápido que el nuestro?          

Han tenido la voluntad política para buscar consenso y establecer una posición unificada, del país hacia el mundo y de los gremio del software hacia al gobierno.

Se dieron cuenta de que en un mundo globalizado y transformado por la tecnología, la competitividad ya no sólo depende de las empresas, sino del comportamiento que tengan los países de manera integral; tomaron decisiones para definir una visión -en la que le otorgaron a la industria de TICs un papel primordial como jalonadora de la economía-, establecieron un foco e hicieron sus apuestas.

¿Cuáles pueden ser esos focos para Colombia y su industria del software? ¿A qué le debemos apostar? ¿En qué tipo de software podemos ser competitivos como país?

Posibles respuestas a esta preguntas fueron planteadas por los panelistas que participaron el pasado miércoles en la conferencia “Impacto del TLC en la cadena de software para Bogotá y Cundinamarca”, organizada por la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB).

Mauricio Reina, investigador asociado de Fedesarrollo y ponente en el evento, ve oportunidades para la industria colombiana del software en áreas como el offshoring, los desarrollos a la medida, las pruebas (testing) y la adaptación de software a mercados locales (localizing).

Por su parte, el doctor Alberto Pradilla, presidente de Fedesoft, resaltó la necesidad de promover en nuestro país una estrategia de consultoría en procesos de negocios, mediante la cual se pueda usar el conocimiento de los programadores de software en los diferentes sectores económicos y sumarlo a habilidades y razonamiento de procesos; es decir, lograr una combinación de contenido, tecnología y cultura que amarre las definiciones de los procesos de negocios basados en contenido, con las nuevas estructuras apoyadas en arquitectura orientada a servicios (Service-Oriented Architecture, SOA) y servicios Web (Web Services), para lograr agilidad de negocios. Debido a que la SOA se está convirtiendo en la forma dominante de construcción de aplicaciones comerciales, desde ya se dice que “los procesos serán la base de la competitividad del futuro”.

¿Y usted, apreciado lector de este blog, qué opina? ¿Cuál debe ser nuestra apuesta? …y otra pregunta: ¿será que tenemos la capacidad de construir consenso y el liderazgo necesarios para llegar a esa visión conjunta, o… fracasaremos en el intento?

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