¿Es usted de los que alguna vez ha perdido una factura y se ha visto en la engorrosa obligación de hacer diligencias adicionales para poder realizar su pago sin poner en riesgo la continuidad de cierto servicio? Gracias a las TIC, esta situación podría convertirse en parte del pasado, puesto que Colombia se encuentra en el grupo de países que han adoptado la factura electrónica como mecanismo de negociación comercial.
De acuerdo a la edición de agosto de la revista Dinero, en la actualidad el número de facturas electrónicas expedidas mensualmente en Colombia sobrepasan las 55.000 y estas, a su vez mueven más de US$800 millones en órdenes de compra en este mismo período. Las proyecciones del crecimiento de este mecanismo muestran un aumento considerable: se espera que para el 2010 se envíen entre 850.000 y 1.000.000 de facturas cada mes.
Los beneficios de las facturas electrónicas son diversos y significativos tanto para personas como para organizaciones: Aumento del nivel de productividad y eficiencia al eliminar labores manuales, mejora en la competitividad, mayor precisión y actualización en la información y disminución de costos operativos y de papelería.
Todo lo anterior puede ser aprovechado especialmente por las Pymes, debido a que facturar electrónicamente no requiere un conocimiento especializado en contaduría siempre y cuando se tenga claro el marco legal que establece la DIAN. Los clientes también pueden aprovechar las ventajas de este método debido a que la facturación electrónica es más ágil, práctica y fácil de actualizar, lo que fortalecerá sus relaciones con el negocio.
Sin embargo, existen ciertos riesgos que deben ser tratados con delicadeza como la suplantación, fraude o pérdida de la privacidad. Es por esto que debe trabajarse en el fortalecimiento de la seguridad y garantías, para generar confianza en estas metodologías. Es por esto que a pesar del avance, faltan obstáculos por vencer para avanzar hacia una evolución de la facturación electrónica que conlleva a la Colombia digital que tanto anhelamos.