Pensar en una clase de matemáticas, física o cualquier otra materia de este tipo, para  niños y niñas invidentes o con limitaciones visuales, hace unos años era algo impensable y difícil de imaginar.

Hasta hace unos días tuve la oportunidad de escuchar en una reunión de equipo, de un proyecto maravilloso llamado “Proyecto IRIS”. Cuando escuché a un compañero hablar del tema, no puede evitar sentir curiosidad y mucho interés por conocer acerca de esta fabulosa herramienta  que les estaba dando la oportunidad de aprender a muchos niños y niñas, que  algún día habían perdido esa ilusión por conocer y explorar un mundo que a simple vista se había negado para ellos: estudiar y aprender cosas nuevas.

A través de un dispositivo único en su especie, los niños y niñas tocan un recuadro en el que se pueden ver los diferentes colores y formas generados por el sistema y  gracias a un conjunto de vibraciones generadas por el sistema, que se diferencian entre sí por la velocidad que llevan, es posible así que el niño o niña identifique vibraciones más rápidas o más lentas que otras. Este nuevo sistema consta de un software que permite seleccionar de una base de datos, imágenes pedagógicas y un hardware que consta de un mouse y una malla que representan las imágenes para que se puedan percibir mediante el tacto.

Este dispositivo creado por tres genios risaraldenses de 25 años aproximadamente, porque en verdad no podría llamarlos de otra manera, ha sido patrocinado por el Servicio Nacional de Aprendizaje -SENA-, y lo último que supe, fue que luego de varios meses en busca de los recursos necesarios para la fabricación de los dispositivos para ser utilizados en la prueba piloto del Proyecto Iris, la empresa Duto, con el apoyo de la Alcaldía de Pereira realizó el proceso productivo de 10 dispositivos Iris, con el único objetivo de darle una educación de calidad a esta probación.

Sin duda alguna las nuevas tecnologías están entrando a nuestras vidas de tal manera, que rompen con ciertos paradigmas y barreras que nunca en mi vida pensé pudieran ser derribadas. Y aunque muchas personas tengan sus reservas con el uso de estas nuevas tecnologías en otros ámbitos, sé que depende de cada uno de nosotros darles el uso correcto, de la manera correcta y para las cosas que en verdad lo necesitan.

Y si… es muy cierto que no todos los niños, ni todas las niñas tienen acceso a estas oportunidades, pero debemos seguir luchando porque estas oportunidades lleguen a todos y se sigan desarrollando muchas iniciativas más, en pro de los que lo necesitan.

 

Por: Lucia M. Osorio

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