Sin duda
alguna, la tecnología móvil ha revolucionado muchos de los escenarios en
nuestra sociedad. Tendencias, costumbres, estructuras, la concepción del tiempo
y del espacio y hasta el propio lenguaje se han visto impactados por las
características y particularidades de los diferentes dispositivos móviles, que
hoy día el mercado nos ofrece.
Pero es
que cómo no, si en la actualidad un aparato de tan solo 9 x 4 centímetros de alto
y ancho y 1 centímetro
de grosor, como lo es un celular, nos brinda juegos de ultima generación, Internet, dispositivos de transmisión de
datos (bluetooth), radio y cámara de excelente resolución, convirtiéndose en un elemento de uso indispensable en nuestro
diario vivir.
En esta
medida, vemos que un teléfono celular es útil casi para todo, hasta para ser un
periodista improvisado. Hoy en día hasta eso se puede llegar a ser si tan solo
se cuenta con un teléfono celular, y la principal muestra de ello, son la
cantidad de ciudadanos que se han convertido en protagonistas de una catástrofe
o un gran acontecimiento, tan solo por tener en primicia las imágenes del
suceso captadas desde su teléfono móvil, y simplemente porque en ese momento
pasaba por el lugar.
Así, tal
como lo afirma la revista semana en uno de sus artículos «El celular ha traído una nueva artesanía de la comunicación» (1),
la expansión de la telefonía celular y otros modernos dispositivos tecnológicos
está logrando que miles de transeúntes cubran hechos noticiosos, y los ejemplos
son innumerables. En cuanto a la remuneración que obtienen estos «reporteros gráficos», ésta se
da de acuerdo a la oportunidad y calidad de las imágenes, pero no son los
únicos que ganan porque a los canales de televisión les sale mucho mejor
pagarle a un ciudadano del común, que tener a un periodista y su cámara las 24
horas en un lugar donde quien sabe si realmente pasará algo interesante. Así
que por donde lo veamos es muy conveniente.
Ahora yo
me pregunto ¿Cualquiera puede ser periodista?, ¿Hasta qué punto la calidad de
la información se está sacrificando por esa inmediatez? Estas son algunas de
las preguntas que algunos expertos tratan de responder explicando que para
hacer de algo una verdadera noticia, es necesario investigar y contextualizar
el suceso. Pero en mi concepto, el «nuevo periodismo» como muchos lo denominan,
es sencillamente un fenómeno coyuntural. Que culpa tiene «alguien» de estar en
el lugar y momento justo, y que culpa tenemos nosotros de que la tecnología nos
permita hacer tantas cosas como queremos. ¡Hay que aprovechar las
oportunidades!
Allá los
editores de noticias, quienes son los que verdaderamente tienen la
responsabilidad seleccionar y depurar las noticias que realmente son importantes y que no son producto de un
chisme o un mal comentario.
En este
sentido, creo que debemos estar preparados para todo, aún no sabemos hasta que
punto las nuevas tecnologías seguirán cambiando esquemas y hasta profesiones.
Creo que en la medida en que estos dispositivos vayan
evolucionando, así mismo deben ir evolucionando las políticas que regulan
ciertas instituciones y formas de hace las cosas, así como hace falta
desarrollar nuevas políticas que regulen la privacidad en Internet, también hay
que replantear muchas políticas que enmarcan el sistema periodístico.
Lucía Osorio
luciaosorio@colombiadigital.net
(1)
«Los nuevos periodistas». Revista Semana Número. 1289. 13 de enero de 2007.
Disponible vía web en: http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=100400