Según el Banco Mundial, más de 600 millones de personas en el mundo sufren de algún tipo de discapacidad permanente. La proporción varía según el país y la región. En los países en desarrollo las personas con discapacidades tienen mayor riesgo de ser pobres y de no tener acceso a la educación y el trabajo.
En el caso de Colombia, de acuerdo con el censo del Dane del 2005, más de 2.6 millones de personas tienen algún tipo de limitación permanente, es decir, el 6,4 % de la población total. Entre las principales limitaciones permanentes acerca de las cuáles el Dane investigó, se encuentran la de moverse o caminar, la de mover los brazos y manos, ver, oír, relacionarse con los demás por problemas mentales o emocionales, y la imposibilidad de cuidar de sí mismo (bañarse, vestirse, alimentarse).
Colombia carece de una cultura de protección y estímulo a la formación, el empleo y la productividad de parte de las personas con limitaciones permanentes. Si bien existen normas (por ejemplo, la ley 1145/2007), la sociedad no tiene, dentro de sus prioridades, la del apoyo a los compatriotas en situación de discapacidad.
Bajo determinadas condiciones, al aporte a la sociedad de personas en situación de discapacidad puede ser sorprendente. Baste recordar, en la historia, a Van Gogh, de inmensa productividad en la pintura a pesar de sus problemas mentales; a Goya y Beethoven, sordos; la escritora Hellen Keller, ciega y sorda; el presidente Roosevelt en los 30 y 40 del siglo pasado quien padecía de polio: o al profesor Stephen Hawking, actual titular de la Cátedra Lucasiana de la Universidad de Cambridge que sobrelleva actualmente los percances que acarrea el mal de Parkinson.
Gracias a la tecnología, el mundo cuenta hoy con inmensas posibilidades de apoyo a las personas con limitaciones permanentes, que les pueden permitir aportar plenamente a la sociedad. En particular, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ofrecen oportunidades sin precedentes para el trabajo, la formación y la recreación.
Diversos tipos de herramientas TIC forman parte del «arsenal»: desde el celular, el computador y otros dispositivos de comunicación, software, hasta el acceso a Internet.
A manera de ejemplo, existe software gratuito, disponible en la red, mediante el cual el usuario y el computador se pueden «relacionar» sin necesidad de utilizar las manos. El software permite el reconocimiento de determinados gestos de la cara, que pueden guiar el puntero y hacer «clic» (por ejemplo, con parpadeos) en el sitio de interés.
Para los no videntes hay software que lee los contenidos y los reedita en forma auditiva.Para niños (y adultos) con sordera total o parcial las formas TIC visuales tienen efectos extraordinarios, permitiendo la comunicación fluida a través de procesadores de palabras, o del simple «texting» de los móviles, amén de servir de apoyo a la reproducción física de los fonemas.
Dada la frecuente asociación de algunas discapacidades frecuentes con la dificultad del desplazamiento físico de parte de las personas afectadas, Internet es una poderosa herramienta para vincularlas al mundo real y virtual.
Además de normas, se requiere de más y mayores iniciativas públicas y privadas para mejorar la calidad de vida y disparar la productividad de las personas con limitaciones permanentes, subutilizada por la ausencia de entendimiento de parte de la sociedad en su conjunto. Las TIC son una llave para ello.
Rafael Orduz
Director ejecutivo
Corporación Colombia Digital
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