Existen personas que creen que eso de la tecnología no es para todo el mundo. Muy probablemente en más de una ocasión, nos hemos topado con uno que otro que no sabe ingresar un nuevo registro en su celular o que no tiene ni idea de cómo prender un computador. El problema surge cuando alguno de ellos, decide aprender al respecto y se encuentra con un obstáculo: un mentor impaciente.

Así es, el rollo de la alfabetización digital no es tan fácil como parece y desafortunadamente, la  mentalidad con que esto se tome influye mucho. Aunque suene complicado o rebuscado, la labor de mentores digitales está en cada uno de nosotros. Usted desde su posición, podría ayudar a contribuir más con el cambio necesario para poder asumir los retos que la tecnología impone y profundizar más en el aprendizaje de la misma.

A pesar de que el tema de la tecnología sea difícil para unos, esto no implica que ellos no estén interesados en aprender. En muchas ocasiones se trata más de un miedo a dañar el computador o celular, o que quizá sienten que aprender sobre un computador es algo verdaderamente complicado y prefieren no hacerlo con tal de no pasar el «oso» o causar un daño que ellos suponen, será irreversible.

Más de una vez, he tenido que explicarle a varias personas cuestiones relacionadas con la tecnología: cómo hacer algo en Word o Excel, enviar un correo de cierta manera, hacer algo en el celular, etc. Debo confesar que mi actitud no siempre ha sido la mejor.

El ser pedante que habita en mí, mi lado oscuro, reacciona de la manera incorrecta y en lugar de propiciar que la persona se interese más en el tema, el efecto es el opuesto. A veces, la forma en que se explica algo puede ser tan ofensiva para alguien que nunca más volverá a preguntar nada relacionado con el tema, por miedo a recibir la misma reacción y a sentir que la tecnología es algo tan difícil y complicado que es mejor «dejar así» el asunto.

Cada uno de nosotros, los asiduos a Internet, los que manejan celular todos los días, los que no les da miedo experimentar con software nuevo y los que siempre dicen estar a la «vanguardia», tiene la obligación de ser un mentor o un profesor paciente y amable.  Un grano de arena no hace la diferencia, pero muchos producen una montaña. De la misma manera, nosotros podemos hacer nuestra labor mínima de alfabetización digital sin ser necesariamente unos expertos o ingenieros.

Así que usted, la próxima vez que su mamá, tía, primo, abuelo o sobrino tenga curiosidad sobre algo relacionado con la tecnología que usted sepa manejar, fíjese bien en sus palabras. De usted podría estar dependiendo que esa persona continúe con su curiosidad hacia las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) o que termine con un gran miedo que le impida lograr un acercamiento.

Busque en su interior y ahí, está la dosis de paciencia que requiere para esto, porque también llegará el día en que tenga preguntas o dudas sin resolver, y no hay nada mejor que encontrarse con una sonrisa y una explicación amable que le ayude a resolver su inquietud.

Angela Bohórquez
Asesora en Comunicaciones
Corporación Colombia Digital
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