Hace algunos días me robaron mi celular BlackBerry el cuál funcionaba con plan de datos. Por lo tanto  me tocó conseguir un nuevo aparato para reponerlo y seguir utilizando mi plan.  En esa búsqueda me acompañó un gran amigo quien utiliza un equipo celular normal sin datos. Lo curioso de esta misión fue, además de tomar la decisión del equipo a utilizar,  la expresión que lanzaron los vendedores cuando le preguntaron a mi amigo si él tenía BlackBerry y el tranquilamente respondió que no. De inmediato los vendedores le dijeron: «Pues si no lo tienes, no existes».
Esa misma semana, estaba en el banco y mientras hacía la cola ordenadamente, estaban dos jóvenes  que se encontraban a menos de tres pasos y se reían al tiempo. Pues bien, las observé detenidamente y estaban utilizando sus BlackBerries para comunicarse entre sí, aun al estar tan cerca.
La expresión de los vendedores, el actuar de las amigas en el banco y mi conducta casi «dependiente» al sistema de datos de la BlackBerry, sin contar que existe una canción del género reggeaton donde se pide el PIN, me condujeron a evaluar la gran influencia que ha tenido esta herramienta entre nosotros y todas sus funcionalidades.
Los teléfonos inteligentes de BlackBerry tienen una herramienta llamada BlackBerry Messenger (BBM) por medio de la cual podemos chatear «gratuitamente» (el costo está incluido en el paquete de datos que uno adquiera) con otros usuarios BlackBerry, personalizar nuestro estado e imagen, compartir fotos, videos, notas de voz y archivos, crear grupos de amigos y compartir calendarios, listas, conversaciones, actualizaciones de estado y hasta títulos de canciones que estemos escuchando.
Más allá de las funcionalidades de esta herramienta, existe una frase que no se deja de pronunciar «Dame tu PIN». Frase que además de suponer que todas las personas tienen BlackBerry, deja ver que este nuevo dispositivo deja de ser una herramienta netamente de trabajo, donde puedes ver y contestar tus correos electrónicos, a ser una herramienta de interacción y comunicación donde jóvenes y adultos están 24 horas conectados con sus amigos y con los que no tan amigos.
Además de ver inicialmente a los altos ejecutivos, personalidades del gobierno y periodistas  con este «juguete» que se vuelve herramienta de trabajo indispensable, vemos como para los «menos ejecutivos«, jóvenes, universitarios y demás, esta herramienta genera además de un «status» en su grupo, una dependencia inexplicable al estar conectados y en contacto todo el tiempo, siendo esto al final su carta de presentación y un medio de interacción y de hacer nuevos amigos.
Solo basta observar en la web cuantos blogs y grupos de Facebook y otras redes sociales, donde las personas exponen su PIN para captar mas y mas «amigos» con el fin de  comunicarse con un bajo costo o mejor sin costo alguno y poder interactuar ilimitadamente.
Aunque las nuevas tecnologías y muchas más en el sector de las telecomunicaciones, siempre inician con un alto nivel de adeptos y seguidores que en muchas veces se convierte en moda y en indicador de «estatus social», vale la pena resaltar que además de ser esta una herramienta que cambia los modelos de comunicación, responde a la necesidad de todas las personas de obtener sistemas de comunicación más eficientes, con mas alcance y sobre todo, en tiempos de recesión económica, a menores costos.    
Imagen tomada del siguiente enlace:
http://skypejournal.com/blog/images/BlackberryBold.TopAngle.250px.jpg
Juliana Hernández
Asesora Mipyme Digital 2009 – Fase II
Corporación Colombia Digital
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