En días pasados leí en un periódico que Bolivia se sumó al puñado de países que eligió el estándar japonés de televisión digital terrestre, dejando solos a tres tristes tigres del continente suramericano (Panamá, Colombia y Uruguay) pensando y buscando la manera de convertir en realidad el estándar europeo, elegido al menos por Colombia hace casi dos años.
Muchos de quienes estábamos atentos al tema en el 2008 creímos que para el mundial que ya terminó los hogares colombianos podrían disfrutar de los beneficios de la famosa televisión digital terrestre y que para entonces el país tendría avances en el despliegue de infraestructura, el desarrollo de contenidos y el inicio del proceso de cambio tecnológico tanto por parte de usuarios como de operadores.
A pesar de las múltiples promesas nada ha pasado y seguramente nada pasará en un buen tiempo pues como ya lo he mencionado en otros espacios la transición de la televisión abierta análoga a la digital es un proceso que requiere no sólo de cuantiosas inversiones sino de la materialización de la oferta de cooperación internacional, la modernización del marco regulatorio, la coordinación de las instituciones del sector y el involucramiento de los futuros usuarios en el proceso.
Si bien las ventajas que ofrece la televisión digital terrestre son atractivas, ojala no vaya a pasar lo del cuento del pastorcito mentiroso que de tanto hablar que iba a llegar el lobo cuando llegó nadie le hizo caso. Nos han dicho tanto que llegará la televisión digital terrestre que cuando por fin el operador público y los privados hayan desplegado la infraestructura de transmisión y estén listos para el servicio, los usuarios no se moverán o lo harán muy lentamente para preparar sus televisores para recibir la señal.
En la medida en que el proceso de adopción se siga demorando en los países que eligieron el estándar europeo será más difícil que otras naciones del continente se suban al bus del DVB-T, pues carecerán de un referente que les permita evidenciar las bondades de dicho estándar. Ello solo le abrirá campo de éxito a los otros estándares y dificultara luego el proceso de despliegue y generación de economías de escala en los países que tomaron la opción de los europeos.
Laura Ángel
Asesora CCD
Corporación Colombia Digital
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