«¡Qué aburridora es sociales!» dije durante aproximadamente cinco años sobre esta materia, que se estaba convirtiendo en un karma para mí a tan temprana edad. Pero nada dura para siempre, pues se apareció Trinidad Terán, mas conocida como la ‘Profe Trini’, que con su tono de voz fuerte y dominio de la palabra, logró que sintiera profundo amor por la historia, tanto así que recuerdo mi mejor exposición en secundaria, con un mapa a mis espaldas relatando con mucha seguridad la odisea de nuestros libertadores.

En esta era digital, los maestros pueden apostar por la utilización de wikis, juegos interactivos, blogs, videos, que resultan muy dinámicos y creativos al momento de enseñar. Sin embargo los recursos y herramientas son solo un medio para acercarnos a los estudiantes, la simpatía y la gracia está en la vocación del maestro.

La apropiación de las tecnologías en la educación, es mucho más que dar una clase de una hora proyectada en un video beam y más que tener un aula llena de computadores de alta tecnología. 

Realmente la vocación y el amor a enseñar es lo que predomina y debería ser el eje de la educación de estos tiempos.

He escuchado hazañas de docentes que se han enfrentado a rectores, por abrir una sala de informática que se encuentra sellada y prohibida por un incomprensible temor a que se dañen los computadores. Maestros que en un aula de 30 estudiantes y un solo computador se las ingenian para que todos dominen las herramientas. 

A este tipo de personajes es a los que me refiero, los que realmente viven y disfrutan el oficio de ser maestros y que definitivamente nacieron para eso.

El rol del docente en esta era digital no debe ser acomodado, dejando responsabilidades a maquinas que parecen inteligentes, pero que carecen de ideas y mística. En este año conocí todo tipo de maestros, los interesados en las TIC, los que ya las conocían y los que no las quieren ver ni en pintura, sin embargo hay otros que buscan acercarse más a sus estudiantes, «acercarse por las cosas en común», dijo uno de ellos. 

Estos maestros que luchan por integrarse con sus estudiantes, esos que tienen las botas puestas y dicen que no necesitan carta de invitación para entrar en la onda virtual de sus estudiantes, esos son los que ven las tecnologías no solo para formar el conocimiento, sino para formar como personas, corregir y educar.

Ahora me pregunto: ¿Qué será de mi querida y recordada Profe Trini en estos tiempos?, No creo que haya perdido su esencia. 

Si hace 15 años me hacia navegar en la Niña, la Pinta y la Santa María con sus fabulosos relatos, no me alcanzo a imaginar que estará haciendo ahora con tanta tecnología.
Imagen tomada de Getty Images.
María Luisa Caicedo
Formadora regional Bogotá – Cundinamarca – Tunja
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