Desde hace algunos meses tomé la
decisión de sacar mi cuenta en Twitter. La curiosidad de saber por qué esta red
social es tan adictiva para unos y tan aburrida para otros, provocó en mí el
deseo de averiguar de qué se trataba toda esta alharaca expresada en tan sólo
140 caracteres. Luego de algunos días de estar
presente en Twitter, me encontré firmemente enganchada a lo que en ese momento
se manifestaba como un mar de información rápida y sin límites. El entusiasmo
me embargó pero pronto supe que, si no era prudente, podía verme metida en un
hueco de ocio que no aportara nada interesante en mi vida.
En primer lugar, para quienes no
sepan que es Twitter este funciona con base en que uno es «seguidor» de quien
le interese y de la misma manera, uno es seguido por otros que consideren
relevante lo que esté aportando. La idea es seguir a quienes usted considere notable
y llenar su timeline, abreviado también como TL, de información fresca e
interesante.
Sin embargo, a pesar que Twitter
es una red social hasta ahora he aprendido que su enfoque con otras como
Facebook es bastante diferente. Desde mi punto de vista las banalidades de la
vida diaria de una persona son un motivo para yo sentir que seguirlo no aporta
nada en mi TL y decida darle el temido «unfollow» o «dejar de seguir». «Miren
mis músculos en el gimnasio» o «Me encanta la sopa», forman parte de los tweets
irrelevantes de quien considera a Twitter un espejo para su cotidianidad. Estos
contenidos, podrían ser más apropiados en una red como Facebook que se
concentra en la vida particular de cada quien y Twitter, a pesar que sí tiene
su componente social, debería estar más enfocado en qué considera interesante
revelar.
Por supuesto, la subjetividad de
cada quien es importante en Twitter. Expresar sus opiniones sobre temas que
considere relevante es importante para que su cuenta sea más que una arroba y
se diferencie del mar de usuarios que existen actualmente. Sin embargo, debe tener
cuidado con lo que escriba: redacción, ortografía, información de contexto o
que lo que escriba no se preste para malinterpretaciones. Si bien usted no es
famoso como para tener tantos inconvenientes como le sucedió a Alicia Machado o
a David Bisbal, recuerde que está en un sitio público de la Web y que un
comentario inapropiado podría «ser usado en su contra».
Es también esencial estar en
constante interacción con quienes le rodean. Así como usted opina, puede
expresar su punto de vista sobre lo que otros afirman sin ser irrespetuoso ni
llevar el asunto a «golpes virtuales». Por ahí se dice que gran parte de los
tuiteros son autistas que trinan y trinan sin opinar o comentar, por lo que lo
ideal sería que así como usted cuenta su percepción, opine e intervenga (cuando
lo considere necesario) sobre lo que otros dicen.
Por último son muchos los
usuarios que sin ser famosos ni reconocidos, se encargan de brindar información
interesante sobre las páginas interesantes que encuentran, los videos chistosos
que circulan por ahí, las noticias de interés del momento o inclusive
producciones propias de cada quien que vale la pena ver. En Twitter he
encontrado un aliado para enterarme de datos que me interesan y a la vez trato,
en la medida que tengo tiempo, de
divulgar lo que yo considero interesante. De eso se trata esta red de
microblogging.
Imagen tomada de Getty Images.
Angela Bohórquez
Directora de contenidos del
Portal Web
Corporación Colombia Digital
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