Mucho hemos oído hablar sobre la construcción de la «Sociedad de la Información» y de los múltiples esfuerzos que se vienen dando a nivel mundial por universalizar el acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), en aras de contribuir al cierre de la llamada «Brecha digital». En consecuencia,  se vienen desarrollando una gran variedad de proyectos y estrategias para introducir las TIC en los sectores donde las posibilidades de acceso son pocas o casi nulas.

 

América Latina no podría ser la excepción, puesto que cuenta con más de 400 pueblos indígenas, alrededor de 50 millones de individuos, que por diferentes razones no tienen fácil acceso a las tecnologías, no ha dudado en unirse a estas iniciativas que «contribuyen» a eliminar los rezagos sociales y económicos.

 

Y quisiera hacer especial énfasis en la palabra «contribuyen», puesto que se ha caído en el error de creer que las TIC son la «solución» a la pobreza y al subdesarrollo de la población indígena, centrando los proyectos y estrategias en la expansión de infraestructura, dejando de lado los aspectos sociales y culturales.

La población indígena Latinoamericana ha luchado siempre por preservar su patrimonio, legado, singularidad cultural y derecho a determinar sus propias formas de desarrollo,  de hecho la Declaración de Principios respalda este deseo, cuando cita en el inciso  A15 que:

«En la evolución de la Sociedad de la Información, se debe prestar particular atención a la situación especial de los pueblos indígenas, así como a la preservación de su legado y su patrimonio cultural».


Y es precisamente aquí donde coincido con el autor Paulo Freire, quien ve en este tipo de estrategias un método expansionista, que busca persuadir a estos pueblos de aceptar y aplicar las tecnologías provenientes del mundo desarrollado, para poder mejorar su condición de subdesarrollo, cuando en la realidad este método poco democrático termina generando el efecto contrario. Pero al mismo tiempo afirma que la mejor forma de facilitar la apropiación de las TIC en esta población, es a través de la comunicación.

 

¿De la comunicación?, Sí, de la comunicación. Y es que a quién le gusta que le impongan las cosas, dejando de lado nuestros intereses, características y necesidades. Es por esto que estoy de acuerdo con lo que afirma  Sagástegui:

«En particular, la utilización y apropiación de nuevos dispositivos técnicos se desarrolla de manera progresiva, «[…] mediante la participación activa de los usuarios, quienes incorporan la nueva tecnología a través de elecciones y decisiones, ya sea refutando o reconformando los modos de empleo prescritos para los artefactos técnicos, o bien, adaptándolos a sus condiciones de existencia».

 

Es por esta razón que cada estrategia, iniciativa y proyecto que se quiera desarrollar en nuestros países en torno al tema de apropiación TIC para población indígena, debe partir del principio A15 de la Declaración de Principios. Y siguiendo esa misma línea debe desarrollarse partiendo de las particularidades, características, necesidades de esta población y de sus derechos a elegir la manera en que deseen apropiarse de las tecnologías, que uso podrían darle y cómo quieran hacerlo. De lo contrario nos encontraremos frecuentemente con casos de sub-utilización de las TIC, insostenibilidad y abandono de los proyectos  y hasta el surgimiento de impactos sociales no deseados.

 

Es más, si lo que buscamos con nuestros proyectos y estrategias realmente logren una  apropiación de las TIC a largo plazo por parte de la población indígena, debemos mostrarles las tecnologías como herramientas que les permitan, por ejemplo, dar a conocer su cultura, un modo alternativo de desarrollo económico  a través  de la divulgación de sus productos. En fin, estás son algunas de las opciones  que sin duda presentan a las TIC como una «opción» (claramente muy eficiente), no como una imposición y como único camino; pero lo más importante, son ideas que parten de intereses y particularidades de esta población.

 

Imagen tomada de Getty Images.

 

Enlaces de referencia:

http://www.revistafuturos.info/documentos/docu_f14/CEPAL-indigenas.pdf

http://www.itu.int/wsis/docs/geneva/official/dop-es.html

 

Lucía Osorio
Asesora del proyecto Educared presencial
Corporación Colombia Digital
lucia.osorio@colombiadigital.net