En este blog he deseado abordar un tema que siempre me ha llamado la atención y del que en anteriores oportunidades he escrito: la defensa de los derechos de los consumidores.
Recientemente, visité la página de la Superintendencia de Industria y Comercio, la cual me sorprendió gratamente porque contrario al sitio virtual al que había ingresado en meses anteriores, por esta vez la web me pareció fresca, con información actualizada y de fácil navegación. Estos cambios dejan ver la importancia de internet para la entidad, desde el cumplimiento de su objetivo misional relacionado con la protección del consumidor, la competencia y la propiedad industrial principalmente.
Destaco en particular la claridad en el procedimiento para realizar reclamos y/o denuncias, y la información específica sobre los casos que aplica cada uno. Por ejemplo, en el sitio se explica los conceptos de un reclamo, el cual busca la reparación del daño ocasionado y que se repongan el bien o la devolución del dinero; y denuncia, que es poner en conocimiento una situación que se tuvo con un establecimiento o un producto y se quiere evitar que otros puedan tener una mala experiencia de compra con los mismos. Me llama la atención en especial esta alternativa de denuncia porque es un ejemplo de ciudadanía activa, donde se desea promover que las personas puedan actuar pensando en el interés colectivo, ejerciendo el pleno derecho de consumidores y generando una alerta sobre aquellos productos de mala calidad o sitios que publican publicidad engañosa, entre otras situaciones.
Ahora, el gran reto es lograr que usemos lo canales para defender nuestros derechos como ciudadanos, más cuando en los próximos meses entra en vigencia el nuevo estatuto del consumidor (Ley 1480 de 2011), el cual contiene elementos de mayor protección a los consumidores. Debe entonces promoverse una ambiciosa campaña de socialización de esta Ley para que todos podamos conocer los principios, derechos y formas de ejercerlos frente a muchos establecimientos y empresas que se han acostumbrado a maltratar y menospreciar los reclamos justos de los usuarios por insatisfacción en la compra de bienes y servicios.
De esta manera, considero que desde la educación formal, en el colegio o universidades, se puedan abordar temas relacionados con el ejercicio de derechos en la cotidianidad. ¿Cuántas veces al día no estamos adquiriendo un bien o servicio?
Es importante aprender tanto a reclamar y/o denunciar cuando existen las circunstancias y motivos para hacerlo, como tener claro los conocimientos cuando no aplica. Asimismo, saber cuando se es quien vende un producto y tener presente el respeto y atención que merece la persona que realiza la compra.
Mi invitación final es que por lo pronto conozca más sobre sus derechos como consumidor y no olvide que internet le puede ayudar a ejercerlos.
Oswaldo Ospina
Coordinador de TIC y educación para el desarrollo social
Corporación Colombia Digital
oswaldo.ospina@colombiadigital.net