Nada más ‘in’ y sofisticado terminando los setenta y comenzando los ochenta del siglo pasado que tener acceso a una consola de juegos Atari. Aunque ya una había hecho maravillas en los setenta (la Atari 2600), fue la consola 5200 lanzada al mercado en 1982 la que marcó toda una época. Sin embargo, todavía faltaban quince años para que en el 95 apareciera el primer navegador (Netscape) y más de veinte para que surgieran Facebook, Twitter, la computación en la nube, el iPod y el iPad, el internet móvil y tantas novedades que sorprenden a diario. En 1982, había mucho pretexto para sumergirse en ese aparato y jugar toda suerte de variedades como ‘Pac-man’, ‘Battlezone’, ‘Gremlins’, ‘Robotron’, fútbol, carreras de carros, ‘James Bond’, ‘Venganza de montezuma’, ‘Galaxian’, ‘Mario Bross’, ‘Space invaders’, canguro, ‘Héroe’, etc.
La consola, con un orificio para introducir los cartuchos, era inmensa (unos 40cm por 30cm): puertos para los ‘joysticks‘, un adaptador que de manera más o menos complicada se conectaba al televisor y con eso listo… ¡a jugar se dijo!. Quienes manipulaban un ‘joystick’ parecían más bien aplastando ajo con un palo grueso en un recipiente. Las imágenes a color representaban las figuras en baja pixelización por lo que había que agregarle mucha imaginación al asunto. Los sonidos eran frases musicales con timbres parecidos a los de las organetas Yamaha de la época y, por supuesto, el audio simulaba explosiones, gritos de multitudes, disparos, frenazos.
Actualmente, para alguien de 20 años todo el andamiaje requerido para montar el Atari resulta de museo y, con certeza, risible. Sin embargo, el jugador de 1980, que entonces contaba con 20 años y que hoy está en sus 50, es alguien que ha cruzado por diversos umbrales tecnológicos y aún continúa jugando. Por tal razón, no es sorprendente que el promedio de edad según la revista The Economist (Diciembre 2011, Informe especial sobre videojuegos) de los videojugadores en los Estados Unidos sea de 37 años. Eso significa que, aunque haya mucho niño y adolescente jugando, también existen muchas personas mayores dándole a los juegos.
Claro, las consolas más famosas de la década (PlayStation, XBox, Wii) han contribuido a popularizar los videojuegos en la medida en que permiten involucrar a la familia. Las mujeres juegan hoy mucho más que antes, gracias a la posible simulación de juegos en las consolas. El espectro de estos es cada vez más amplio: estrategia, aventuras, ficción, educación, deportes.
En la actual época, las plataformas para jugarlos son muy diversas y eso explica que dentro de los videojugadores estén los empedernidos (los más exigentes) y los casuales. Se puede jugar con las consolas, en el PC, en el teléfono, en el tablet… y a eso hay que sumarle internet como medio que permite jugar en línea y las redes sociales en las que los videojuegos aumentan su participación dentro de los objetos de intercambio y compartidos.
Una estadística interesante y, a la vez, preocupante, establece que una persona de 20 años de edad en los Estados Unidos tiene tras de sí 10.000 horas de videojuegos. Una carrera de diez semestres, incluyendo las horas de clase y las que, en teoría, se dedican al estudio, suma alrededor de 8.000 horas. Quizás, ello sugiere que las clases son aburridas y que se requiera de una verdadera revolución pedagógica para morderle terreno a los videojuegos.
Rafael Orduz
Director ejecutivo
Corporación Colombia Digital